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Un año de retos para la legión criolla

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Un año de retos para la legión criolla

Elvis Andrus no se esconde en excusas. Apenas llegaron los reporteros al campo de entrenamiento de los Rangers, hace una semana, asumió la responsabilidad por lo que considera una temporada para el olvido: la de 2014.

 

“Tengo muchas cosas que demostrar”, confesó a MLB.com.

 

El shortstop viene de poner un OPS de .647 que no se compadece con su salario privilegiado. Pero no fue lo único.

 

Andrus vio mermar su total de bases robadas, que había sido de 42 en 2013, y resultó el corredor más veces puesto out al intentar una estafa en la Liga Americana. Incluso su proverbial defensa sufrió.

 

“Fue una campaña muy dura para mí”, continuó. “Llegué al spring training y no estaba listo. Yo creía que lo estaba, pero no era así”.

 

Andrus es uno entre varios venezolanos que busca dejar atrás una cosecha de medianía, para volver al estrellato. En la lista abundan los nombres lustrosos.

 

 

El campocorto tiene 26 años de edad. Es el momento de responder a las expectativas. De volver a los 40 robos. De rondar los .300 con el madero, embasarse con más frecuencia y anotar muchas carreras. Es, sobre todo, el momento de ser nuevamente el brillante torpedero que aprendió de Omar Vizquel.

 

Andrus reconoce que no llegó en forma al spring training, hace 12 meses, y que hoy la realidad es otra.

 

“Esta vez trabajé un 200 por ciento”, afirmó. “Es por eso que me siento tan bien. Soy otro, completamente diferente”.
Le llegó la hora de brillar. Buscando el tiempo perdido. Jesús Montero nunca había escuchado palabras tan duras como las que soltó el gerente general de los Marineros, Jeff Zduriencik, hace exactamente un año.

 

“Estamos decepcionados”, resumió el ejecutivo, tras comprobar que el ex prospecto se había presentado a los entrenamientos con exceso de peso.

 

Zduriencik aseveró que el equipo había perdido la fe en el pelotero por el que alguna vez entregaron los valiosos brazos de Vicente Campos y Michael Pineda. Para colmo, cerró 2014 en la lista de suspendidos, tras un episodio oscuro en las menores, una pelea con un scout de los occidentales.

 

“Aquello estuvo mal, pero en verdad he pasado la página. No la página, el libro entero”, dijo Montero al Seattle Times. “Estoy dispuesto a enmendar mis errores”.

 

Montero se quedó sin la titularidad la zafra pasada y apenas tomó 17 turnos en las Grandes Ligas. Pero no perdió el tiempo a partir de octubre. De hecho, sólo perdió peso: alrededor de 20 kilogramos. Hoy parece otro, mientras toma roletazos en primera base y sueña con volver a ser protagonista.

 

“Estaba preparado para ver el cambio, pero esto es sorprendente”, sostuvo Zduriencik.
Libre de dolores. Carlos González iba al frente de los jonroneros de la Liga Nacional en 2013, cuando una lesión en la mano derecha le envió al quirófano. En 2014, cerró anticipadamente por una operación en la rodilla izquierda. Y en el ínterin, fue sometido a una apendectomía.

 

Las dolencias se han cebado en el zuliano. Pero algo más grave le ocurrió en ese tiempo: por primera vez, sus números dejaron de ser los de un bateador de élite.

 

CarGo viene de poner una línea ofensiva de .238/.292/.431, los peores promedios de su carrera. Apenas dio 11 jonrones. Eterno candidato al 30-30, únicamente robó 3 almohadillas.

 

Su OPS de .723 fue 150 puntos inferior a la media de su carrera. Pero está listo para un vuelco.

 

“Estoy feliz, porque me siento sano de nuevo y otra vez puedo concentrarme en jugar beisbol”, soltó a MLB.com. “Ya puedo poner todo mi peso en la rodilla de atrás, sentarme y esperar la pelota”.

 

Si en efecto es así, si en verdad está libre de dolores, sus números crecerán. A sus 29 años, tiene la de edad perfecta para que sufran los pitchers rivales.
¿Shortstop o camarero? Los Rays no saben dónde poner a jugar a Asdrúbal Cabrera. ¿Campocorto o intermedista? ¿Segunda base o torpedero?

 

La duda trasciende la necesidad de Tampa Bay. Va más allá y explica por qué el anzoatiguense, cotizado infielder en Cleveland, otrora, sufrió como agente libre para encontrar una divisa que apostara por él a largo plazo.

 

Cabrera soltó 25 jonrones en 2011. Dos veces fue llevado al Juego de Estrellas. Luego de eso, ocurrió algo difícil de explicar.
El WAR muestra el declive. Pasó de 5.0 en ese 2011 de ensueño, a 3.3, 1.2, 1.2 y finalmente -0.3 en 2014, un WAR negativo justificado por un catastrófico WAR defensivo de -1.0.

 

No se trata de antipatía sabermétrica. Los chances, los outs, las asistencias y los dobleplays del oriental también han bajado drásticamente en ese período. Su factor de alcance ha quedado por debajo del promedio de la liga.

 

Para rematar, su OPS cayó a .694 en la temporada pasada, por una línea de .241/.307/.387.

 

Así que ahora Cabrera busca recuperar su carrera, regresar a donde ya estuvo: lo más alto. ¿Por dónde empezar? ¿Por segunda o en el short?

 

“Jugaré donde me necesite el equipo”, aseveró a The Associated Press.

 

Los Rays necesitan que vuelva a ser el grandeliga que alguna vez brilló.
Otras deudas por pagar

 

Franklin Morales fue una promesa en Colorado y Boston, pero nunca se consolidó como abridor, pese a llegar a lanzar hasta en una Serie Mundial, con los Rockies.

 

El guariqueño pertenece ahora a los Reales. Le toca estrenar uniforme y calzar, por fin, las enormes expectativas que siempre ha habido con él. Empezará en el bullpen.

 

Luis Avilán llegó a ser uno de los especialistas zurdos más difíciles de desentrañar en las Grandes Ligas. Entre 2012 y 2013 dejó efectividades de 2.00 y 1.52, y apenas permitió dos jonrones en 106 relevos.

 

El caraqueño terminó en las menores, hace un año, al perder el toque y su avasallante dominio. Pero los Bravos todavía confían en él. Le darán el chance de regresar en este spring training.

 

Jhoulys Chacín cerró su temporada más notable con marca de 14-10 y 3.47 de efectividad, en 2013. Cuando parecía estar listo para anotarse en la lista de ases venezolanos, sufrió una regresión a 1-7, con 5.40.

 

Una lesión en el hombro acortó el desempeño del zuliano y posiblemente afectó sus números. Hoy está sano y ansía demostrar que está de vuelta.

 

Ronald Belisario se convirtió en el cerrador de los Medias Blancas a mediados de 2014. Lo que pudo marcar su mejor momento en las mayores, inició un despeñadero que terminó con 5.56 de promedio, 8 derrotas y su carta de despido.

 

El que fuera mejor setup de la Liga Nacional en sus tiempos con los Dodgers pertenece ahora a los Rays. Aún es dueño de herramientas privilegiadas y tiene una nueva oportunidad.

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: EN

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