La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, convocó para este domingo una cena informal con los ministros de Exteriores, algo que ocurre solo en situaciones extraordinarias, para analizar el posible impacto en las relaciones transatlánticas de la elección de Donald Trump como nuevo presidente de Estados Unidos.
La UE ha insistido en su deseo de mantener la cooperación con Estados Unidos, su socio principal, aunque no ha ocultado su preocupación sobre cómo afectará el cambio al tratado comercial que negocian ambas partes desde hace tres años, el TTIP, y que podría encallarse definitivamente, o a la seguridad.
A los titulares de Exteriores se unirán el lunes por la tarde los de Defensa para hablar principalmente sobre la estrategia de seguridad y defensa de la UE, que quiere ayudar a los Estados en sus capacidades militares, en cooperación con la OTAN.
Los países trazarán las prioridades para su cooperación en esta materia y sobre la creación de un fondo europeo para la Defensa, que plantea reticencias en varios países.
EFE