La Universidad Central de Venezuela (UCV) pidió el jueves que el Gobierno de Nicolás Maduro construya un clima ideal que conduzca a una negociación para una “transición pacífica a la democracia” y a la liberación de los presos políticos.
“Respeto a la Constitución, voluntad sincera de diálogo y liberación plena de las víctimas de detenciones arbitrarias y juicios injustos constituirían una significativa contribución del Gobierno a la gestación de un clima propicio a un proceso de negociación con participación de un espectro amplio de actores para una transición pacífica a la democracia”, aseguró el Consejo Universitario en un comunicado en X.
En ese sentido, la UCV remarcó la oferta de que sus espacios están “siempre abiertos para el encuentro respetuoso y el debate constructivo”. Al mismo tiempo, la institución dijo que sus “capacidades intelectuales y competencias técnicas” están a disposición del interés nacional. Así, señalan, reinará en Venezuela “la verdad, la justicia, la libertad y la paz”.
La universidad agregó que la Constitución brinda el “marco adecuado” para buscar los “entendimientos indispensables entre los distintos sectores que componen el cuerpo de la nación, de cara a la restauración plena del orden democrático”.
«Inobservancia del CNE»
La UCV consideró que la crisis del país se agudizó luego de las elecciones del 28 de julio. Recordando que el CNE no ha publicado las actas desagregadas, la mayor universidad del país señaló que la “inobservancia” por el Poder Electoral de las “prescripciones legales en que se funda la confiabilidad del proceso, y las actuaciones de ese y otros poderes públicos con prescindencia de aquella obligación, incluido el acto de juramentación del cargo presidencial el pasado 10 de enero, están, por lo tanto, en el centro mismo de la crisis nacional”.
“En lugar de corregir los errores mediante la negociación de acuerdos con los diferentes actores institucionales, sociales y políticos, el Gobierno nacional ha optado por reprimir las manifestaciones de descontento popular y perseguir hasta las más inocuas formas de disidencia”, acotó la universidad.
Finalmente, manifiestan que dicha “represión” vulnera el Estado de derecho, “reduce casi hasta su desaparición el espacio cívico, atenta contra los derechos humanos y estimula la emigración, al paso que construye y difunde a través de su aparato propagandístico una narrativa que conviene a sus propósitos”.