El poder del presidente Viktor Yanukovich, que se marchó al este de Ucrania, se desmoronó este sábado en Kiev, donde el parlamento votó la puesta en libertad de la encarcelada líder opositora Yulia Timoshenko y la oposición se hizo con cargos clave.
El Parlamento votó este sábado una resolución para liberar «inmediatamente» a Timoshenko, líder de la Revolución naranja prooccidental de 2004, y adversaria derrotada de Yanukovich en las elecciones de 2010.
Poco antes, la mano derecha de Timoshenko, Olexander Turchinov, fue elegido presidente del parlamento ucraniano, donde reemplaza a una persona del entorno de Yanukovich, que había dimitido por la mañana.
El parlamente designó asimismo a otro allegado de Timoshenko, Arsen Avakov, como ministro del Interior interino.
Yulia Timoshenko, ex Primera Ministro y líder de la revolución naranja, saldrá en libertad
La policía cambió de bando
Previamente, la policía ucraniana declaró estar «al lado del pueblo» y compartir sus aspiraciones «a cambios rápidos», en un comunicado publicado en nombre de todos los efectivos del ministerio del Interior en su página web.
Al mismo tiempo, se anunciaba que el presidente Yanukovich abandonó Kiev y se encuentra en la ciudad de Jarkov, en el este rusófono de Ucrania, donde su gobierno tiene apoyo político, a diferencia de lo que ocurre en el oeste del país.
Un congreso de las regiones ucranianas prorrusas fue precisamente inaugurado este sábado en Jarkov, en presencia de diputados y gobernadores rusos.
Alrededor de 10.000 partidarios del presidente Yanukovich -que no participa en el congreso- se congregaron frente al lugar donde se celebra con pancartas en las que se leía «Los mineros de Donbass contra el extremismo» o «estamos en contra del fascismo».
Resolución para que dimita Yanukovich
Uno de los líderes de la oposición, Vitali Klitschko, había anunciado ante los diputados la partida del presidente de Kiev, y les pidió «adoptar una resolución que exija que Yanukovich presente su dimisión».
Varios periodistas de la televisión Kanal 5 afirmaron que entraron sin dificultad en la residencia de Yanukovich, habitualmente muy vigilada, en la periferia de Kiev.
La AFP constató por su lado que había manifestantes a unos 50 metros de la entrada de la presidencia en el centro de la capital. Se trata de un lugar también sometido habitualmente a una estricta vigilancia.
Todo ello se produce un día después de que Yanukovich y la oposición firmaran un acuerdo para poner fin a la crisis en el país, que se ha saldado en los últimos días con decenas de muertos.
El acuerdo prevé importantes concesiones de parte de Yanukovich, bajo la creciente presión de los europeos: elecciones presidenciales anticipadas, la formación de un gobierno de unidad nacional y el regreso a la Constitución de 2004, que le otorga más poderes al parlamento y al gobierno.
Un día después de este acuerdo, unos 40 diputados del Partido de las Regiones, en el poder, anunciaran el sábado que dejaban la formación.
¿Elecciones en mayo?
Todos estos acontecimientos dejaban la impresión de que un vacío de poder se instalaba en la capital de este país ex soviético, sumido en su peor crisis desde que se independizara de Moscú en 1991, tras la caída de la Unión Soviética.
«Exigimos unas presidenciales anticipadas antes del 25 de mayo», pidió Klitschko ante la Rada (parlamento), en un ambiente electrizado.
Entretanto, en el Maidan (plaza de la independencia de Kiev), transformado casi en zona de guerra desde hace tres meses, miles de personas seguían congregadas el sábado por la mañana, comiendo cerca de las tiendas de campaña o transportando material para las barricadas. No había señal de que las instalaciones de los manifestantes fueran a ser desmontadas.
«La gente no quiere irse del Maidán hasta que Yanukovich no se vaya del poder», explicó horas antes Oleg Bukoyenko, un residente de Kiev de 34 años.
«Celebrar elecciones en diciembre no es suficiente, (Yanukovich) debe irse inmediatamente. Si no podría terminar como Khadafi o Ceausescu», agregó. Los dos líderes, el libio y el rumano, fueron asesinados por los revolucionarios.
En el lobby del hotel Ucraina, que domina la plaza, se mantenía la improvisada enfermería instalada durante la semana, en la que más de 80 personas murieron de forma violenta, antes de que se llegara a un acuerdo.
El acuerdo del viernes fue firmado por los tres principales dirigentes de la oposición ucraniana, Vitali Klitschko, Arseni Yatseniuk y Oleg Tiagnibok, y por los ministros de Relaciones Exteriores de Alemania, Frank Walter Steinmeier, y Polonia, Radoslaw Sikorski.
La crisis en Ucrania -país de 46 millones de habitantes, escindido entre un oeste proeuropeo y un este prorruso- empezó en noviembre, cuando el gobierno decidió suspender súbitamente las negociaciones de asociación con la UE y estrechar las relaciones económicas con Rusia.
Infobae