Critican figura de acompañante. Recomiendan buscar apoyo en la sociedad civil de otros países
Los partidos, la dirigencia política y la sociedad civil deben hacer presión internacional, no ante los gobiernos extranjeros, sino ante la sociedad civil organizada de esos países, para que sea esta la que presione a sus gobernantes en la toma de posiciones claras en defensa de la democracia en Venezuela. Así lo expusieron investigadores del proyecto Integridad Electoral, desarrollado por el Centro de Estudios Políticos de la UCAB, durante un encuentro con periodistas convocado por el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social para analizar el escenario preelectoral.
“En Venezuela estamos mal acostumbrados a tener un gobierno impermeable a la crítica, pero los gobiernos vecinos no son así porque saben que se deben a la gente y cuando la gente reclama algo tienen que escucharlos”, dijo el sociólogo Daniel Fermín, miembro del proyecto Integridad Electoral.
Enfatizó que la Unasur, único organismo internacional invitado por el CNE como acompañante para las legislativas del 6-D, carece de la experiencia requerida para esa tarea. “Es necesario contar con observación internacional calificada en las elecciones legislativas. El CNE lo que ha propuesto es la figura del acompañante, que tiene atribuciones limitadas: no puede levantar informes, no puede opinar, no puede denunciar. En fin, es un mirón de palo. El único invitado hasta ahora es la Unasur, pero la Unasur no tiene experiencia en observación electoral, no tiene una oficina técnica especializada en monitoreo electoral y por su puesto es de dudosa independencia”, dijo Fermín.
Escenarios. El politólogo Juan Manuel Track dijo que, dependiendo de los resultados electorales, es previsible un período de inestabilidad política. Señaló que si el Legislativo queda bajo control de la oposición, se generaría una confrontación con el Ejecutivo, que penetraría también a la población.
Señaló que el otro factor potencial de inestabilidad es el económico: “Es muy probable que el gobierno invierta mucho dinero antes de las elecciones y luego veamos las consecuencias: más inflación, más escasez y más descontento”.
Track explicó un tercer factor de confrontación: “Si el resultado de las elecciones no refleja la proporcionalidad de las fuerzas políticas y el sentimiento de cambio que se ha ido gestando en el ambiente, es probable que eso genere movilización importante en la calle”.
Más protestas. El coordinador general del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, Marco Ponce, reiteró cifras de su más reciente informe publicado la semana pasada: en el primer semestre de 2015 se registraron 2.836 protestas, de las cuales 502 fueron para rechazar la escasez alimentos, productos de higiene y medicinas; hubo 16 protestas diarias en promedio y 83% de las manifestaciones fue para exigir derechos sociales. Además, se contabilizaron 132 saqueos o intentos de saqueo.
Ponce dijo que la proyección del OVCS es que ese indicador aumente en el segundo semestre por la inminencia de las elecciones.
El Dato
Venezuela es el país de la región en el que más se protesta, dijo Marco Ponce, del OVCS. “En Chile protestan los estudiantes, en Bolivia los indígenas, pero en Venezuela protestan los estudiantes, los trabajadores, los maestros, la gente en las colas, por alimentación, salud, educación, vivienda. Eso ocurre porque no se garantizan los derechos básicos y la respuesta del Estado a las exigencias de la gente es muy baja”, afirmó. Aún así, el OVCS determinó que 98% de las protestas en Venezuela es pacífica.
El Nacional