Twitter está pasando por su peor época: caos en la cúpula, abandonos de ingenieros, falta de crecimiento internacional y por primera vez, leve retroceso de usuarios en EE.UU.
Twitter, el servicio, es confuso y abrumador, dice Evan Williams cofundador de Twitter, ahora CEO de Medium a tiempo completo, aunque permanece en el consejo de dirección en Twitter. Y lo es, no es algo nuevo. En su simpleza aparente, Twitter puede ser muy complicado para muchas personas. Los tweets están organizados de forma cronológicamente inversa, excepto cuando no lo están, y conversaciones que se extienden en docenas de ramas sin mayor coherencia.
No usamos Twitter porque sea un gran producto, lo usamos y lo amamos a pesar de ser un pésimo producto. Como API revolucionaria murió el día que Twitter, la empresa, estableció un límite de usuarios para cada cliente realizado por terceros. Como serie de apps, Twitter demuestra activamente un comportamiento suicida. ¿Cuántas redes sociales tienen a sus usuarios más activos continuamente pagando por clientes alternativos?
La aplicación para OS X es una oveja negra, pero al menos es una oveja viva. Twitter para iPad es una oveja muerta hace un par de años que está empezando a contaminar el agua de los pueblos cercanos. ¿Y para Windows, qué? La segunda mayor plataforma del mundo se tiene que conformar con clientes oficiales que son la depresión clínica hecha software.
Las prioridades de Twitter se entienden bien: la mayor parte de sus usuarios están en el móvil, y sus clientes de iPhone y Android están continuamente actualizados, pero con su interfaz cambiando cada mes, y aprovechando para reactivar la opción de auto-reproducción de vídeos, vines y gifs. Incluso con datos celular, da igual cuantas veces lo desactives: en la próxima actualización Twitter amablemente volverá a reactivarte la opción.
Evan Williams también quiso proclamar que necesitaban a los desarrolladores y que deberían ser «más una plataforma de lo que actualmente es». Pero del dicho al hecho hay un trecho, y aún así no es como si los desarrolladores les estén esperando con los brazos abiertos. — Un cambio sencillo de realizar sería eliminar las restricciones para aplicaciones de terceros a cambio de vigilar de forma más estricta el tratamiento de la publicidad en estos clientes, así como obligar a desarrolladores a realizar seguimiento activo de usuarios.
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