Turquía aprueba la legislación sobre el alcohol más restrictiva de su historia

Turquía aprueba la legislación sobre el alcohol más restrictiva de su historia

«No podemos servir alcohol. Estamos a menos de cien metros de dos mezquitas y, como no hay nada claro con la nueva legislación, podríamos tener problemas», se excusa el camarero de un restaurante situado cerca de la famosa Torre de Gálata, en Estambul, cuando unos clientes le piden una cerveza. «Bueno, así es más saludable», bromea uno de ellos. El camarero se ríe, algo nervioso, hasta que se convence de que todos ellos son extranjeros y no hay ningún inspector entre ellos.

 

Su nerviosismo es comprensible: la nueva legislación aprobada esta semana por el Gobierno de Turquía impone multas de entre 5.000 y 200.000 liras (de 2.000 a 83.000 euros) para aquellos establecimientos que sirvan bebidas alcohólicas fuera de los parámetros permitidos. Unos parámetros que se han reducido de forma considerable, oficialmente por razones de «salud pública», tal y como ha expuesto en diversos foros el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan.

 

Algunos elementos de la nueva normativa, como la prohibición de servir alcohol a partir de cierta hora -las diez de la noche, en el caso de Turquía- están vigentes en muchos países europeos, incluida España. Pero otras van más allá: desde ahora, no sólo estarán vetados los anuncios y la promoción de bebidas alcohólicas, sino que las botellas deberán incluir un anuncio en el que se avisa de lo pernicioso de su consumo, similar al de las cajetillas de tabaco.

 

Como las mezquitas son numerosas, el consumo podría quedar relegado a las afueras

Pero el punto más polémico ha sido la norma que establece que no podrá servirse alcohol a una distancia inferior a cien metros de una mezquita o un centro educativo. Dada la gran proliferación de mezquitas, algunos críticos aseguran que esta medida podría significar la prohibición efectiva del consumo de alcohol en el centro de las principales ciudades. De este modo, el consumo quedaría relegado a los bares de carretera del extrarradio, como ya ocurre en numerosas localidades de Anatolia. A modo de ejemplo, un activista prosecularismo ha publicado este detallado mapa, que muestra la elevada concentración de mezquitas en el área de Beyoglu, en Estambul, donde se encuentran la Torre de Gálata y otros monumentos.

«Imposición ideológica»

«Nadie puede ser forzado a beber o no beber. Esta es una imposición religiosa e ideológica», protestaba este miércoles Musa Çam, diputado del opositor Partido Republicano (CHP), de orientación secularista. «Esta no es una lucha contra los perjuicios provocados por el alcohol, sino un intento de rediseñar la sociedad de acuerdo con sus creencias y estilo de vida», señaló en la sesión parlamentaria en la que se aprobó la nueva legislación.

 

Sin embargo, Erdogan defendió la iniciativa de su Gobierno, al asegurar que «no se está prohibiendo el alcohol en Turquía», sino que el objetivo es «proteger a los jóvenes», en virtud del Artículo 58 de la Constitución.

 

«No deseo una juventud alcohólica, borracha»

«Un estado protegerá de forma natural a su juventud, a su gente de los malos hábitos. ¿Acaso deberíamos promoverlo?», insistió. «No deseo una juventud alcohólica, borracha. Deberían estar atentos, vivos, armados de conocimiento. Esta es la clase de generación que queremos, y estamos tomando medidas para ello», aseguró.

Este es el último episodio en la serie de medidas tomadas por el Gobierno islamista del Partido Justicia y Desarrollo (AKP) de Erdogan para reducir el consumo de alcohol. La más destacada -y eficaz- es el incremento constante de los impuestos a las bebidas alcohólicas. Como señala el economista Emre Deliveli, su precio se ha incrementado en un 346 % desde 2003, mientras que el del resto de productos lo ha hecho en un 132 %.

 

«El viceprimer ministro, Bülent Arinç, cuyo candor siempre he admirado, dijo una vez que dado que no podían prohibir el alcohol directamente, trataban de desanimar a la gente de que bebiese mediante impuestos elevados», explica Deliveli. No obstante, reconoce que el consumo de bebidas alcohólicas se ha reducido un tercio durante este mismo período. Para el AKP, sin embargo, no parece suficiente./YG

 

Fuente:abc.es

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