La convivencia en pareja tiene sus pros y sus contras como todo, pero uno de los aspectos que con frecuencia nos quejamos las mujeres es lo poco que los hombres nos ayudan con las tareas domésticas.
Por eso, nosotras te ayudamos a cambiar esta situación proponiéndote que lleves a la práctica estos tips…
Sé agradecida
A todos nos gusta que reconozcan el trabajo realizado; por eso, si nunca le dices a tu chico lo mucho que te ayuda cuando hace una tarea del hogar, perderá la motivación que tiene.
Es hora de que comiences a dar muestras de agradecimiento. No dudes en hacerlo público cuando salga el tema entre amigos o con la familia, sin duda será una buena forma de motivar su espíritu colaborador.
«Haz la vista gorda»
Pocos son los hombres realmente meticulosos con los detalles al limpiar una casa. No esperes a que él limpie como lo harías tú.
Para motivarlo a que contribuya más con las tareas del hogar, “haz la vista gorda” en vez de reprocharle lo que hizo mal; es decir, mejor obviar los detalles y felicitarlo por el conjunto.
Aprende a negociar
Seguro que detestas hacer algunas tareas del hogar, y de igual modo habrá otras tareas que tu pareja preferiría que no fueran incluidas en su lista de quehaceres domésticos; sin embargo, alguien tiene que hacerlas.
Pueden repartirse las tareas que detestan o hacerlas de forma alterna por turnos para que nadie cargue siempre con una misma cosa por hacer y que además le resulta desagradable.Apuntar todo lo que se debe hacer en una lista y repartir las tareas de forma equitativa ayuda a evitar conflictos.
Sé explícita
Las mujeres podemos ser muy tolerantes y flexibles con la ayuda que proporciona nuestra pareja en casa sin exigir grandes resultados, pero no todas somos iguales, y puede ser que tú pretendas resultados de calificación óptimo en adelante.
Si no es tu intención discutir continuamente entonces el consejo es que le expliques exactamente cómo quieres que haga las cosas, o más bien enseñarle cómo se hacen (según tu óptica) de la mejor forma.
Muchas veces el tema de las tareas del hogar se convierte en una discusión recurrente y sin fin. Si el presupuesto lo permite, la mejor solución para terminar con esta situación es que contraten a una persona para que realice el trabajo de limpieza de la casa, de esa forma ambos se sentirán liberados y la limpieza no será un tema de discusión.
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