La reunión de febrero en Riad fue la primera reunión de alto nivel entre Estados Unidos y Rusia desde que Moscú inició su invasión en febrero de 2022
El presidente Donald Trump debería hablar esta semana con su par ruso Vladimir Putin, informó el enviado de confianza del mandatario estadounidense para temas internacionales, Steve Witkoff, mientras Washington presiona a Moscú para que acepte una tregua con Ucrania.
Witkoff, quien se reunió por varias horas con Putin días atrás, dijo a la cadena CNN que «los dos presidentes tendrán buenas y positivas conversaciones esta semana».
Esta semana, Estados Unidos propuso un alto al fuego en la guerra en Ucrania que Kiev aceptó.
Putin no ha dado aún una respuesta clara, planteando una serie de condiciones.
Tanto Washington como Moscú indicaron que el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, llamó a su homólogo ruso, Sergei Lavrov, y que ambos conversaron sobre «aspectos concretos de la implementación de los entendimientos» a los que los dos países llegaron en una cumbre bilateral en Arabia Saudita el mes pasado.
Acusaciones de Zelenski
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski acusó el sábado al Kremlin de no querer poner fin a la guerra y advirtió que Moscú quería primero «mejorar su situación en el campo de batalla» antes de acordar un alto el fuego.
La reunión de febrero en Riad fue la primera reunión de alto nivel entre Estados Unidos y Rusia desde que Moscú inició su invasión en febrero de 2022.
«Sergei Lavrov y Marco Rubio acordaron permanecer en contacto», declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, sin mencionar el alto el fuego sugerido por Estados Unidos.
La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, dijo el sábado que ambos habían «discutido los próximos pasos» sobre Ucrania y que «acordaron continuar trabajando para restablecer la comunicación entre Estados Unidos y Rusia».
La llamada entre Lavrov y Rubio se produjo horas después de que el Reino Unido celebrara una cumbre virtual sobre Ucrania, en la que el primer ministro Keir Starmer acusó a Putin de «dar largas» al alto el fuego.
Al día siguiente, Kiev anunció el lanzamiento por parte de Rusia de 90 drones Shahed, de fabricación iraní, sobre nueve regiones ucranianas.