El presidente electo Donald Trump amenazó este lunes con poner fin al acercamiento entre Estados Unidos y Cuba, a no ser que La Habana haga concesiones en temas de derechos humanos y la apertura de su economía.
“Si Cuba no está dispuesta a hacer un acuerdo mejor para el pueblo cubano y los cubano-estadounidenses en su conjunto, pondré fin al acuerdo” , escribió este lunes Trump en su activa cuenta de Twitter.
La mayoría de expertos considera por ello que aunque Trump puede llegar a ralentizar la normalización de relaciones e incluso frenar algunas medidas, es muy improbable que vaya a revertir todos los pasos, puesto que supondría un golpe fuerte a grandes intereses económicos estadounidenses, desde las grandes aerolíneas a los agricultores que también presionan por hacer más negocios con la isla.
Durante las primarias, Trump fue el único aspirante republicano que apoyó la apertura a Cuba, pero en su búsqueda de votos en Florida en las elecciones generales, prometió que “revocaría” las medidas ejecutivas del presidente Barack Obama “a no ser que el régimen de los Castro” restaurara “las libertades en la isla” .
Su futuro jefe de gabinete, Reince Priebus, dijo el domingo que Trump aguardará a ver “algunos movimientos” del Gobierno cubano en cuanto a las libertades en la isla para decidir cómo será su relación y, de no haberlos, revertirá el acercamiento entre ambas naciones iniciado en diciembre del 2014.
“No vamos a tener un acuerdo unilateral procedente de Cuba sin algunos cambios en su Gobierno” , indicó Priebus en la cadena Fox, tras mencionar los temas de la represión, los prisioneros políticos y las libertades como la religiosa.
En su reacción a la muerte de Fidel Castro, Trump calificó este sábado de “brutal dictador” al líder cubano y prometió que su Gobierno hará “todo lo posible para asegurar que el pueblo de Cuba pueda iniciar finalmente su camino hacia la prosperidad y libertad” .
En un comunicado, el magnate dijo que Castro “oprimió a su propio pueblo” y dejó “un legado de fusilamientos, robo, sufrimiento inimaginable, pobreza y negación de derechos humanos fundamentales” .
Desde diciembre de 2014, los gobiernos de Obama y Raúl Castro han restablecido las relaciones diplomáticas, han abierto embajadas en las respectivas capitales y se han reanudado los vuelos comerciales directos entre ambos países, entre otros progresos.
Pero el gobernante demócrata, que está en las postrimerías de su mandato, no logró el apoyo suficiente para que el Congreso estadounidense levantara totalmente las provisiones del embargo impuesto a la isla hace más de medio siglo.
El Congreso, que ha estado en manos de los republicanos en ambas cámaras, y que seguirá así la próxima legislatura tras las elecciones del pasado 8 de noviembre, es el encargado de desmontar las distintas leyes que componen el entramado del embargo.
Fuente: PL