Los helicópteros presidenciales confirmaron que el presidente Donald Trump regresó a Garrison Yongsan, Seúl, Corea del Sur, el 8 de noviembre de 2017, después de intentar visitar la zona desmilitarizada (DMZ).
Este miércoles, el presidente de Estados Unidos Donald Trump, se vio forzado a abandonar sorpresivamente su viaje a la desmilitarizada zona entre Corea del Norte y Corea del Sur por problemas en el clima.
Según medios locales, Trump y un grupo de periodistas, iniciaron el traslado en helicóptero, pero pasados 25 minutos, el viaje tuvo que cancelarse por la baja visibilidad.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca Sarah Huckabee Sanders, dijo que el presidente estaba decepcionado de que no pudiera hacer el viaje, y «bastante frustrado».
Visitar la frontera que ha separado al Norte y al Sur durante 64 años se ha convertido en un ritual para los presidentes de EE. UU. que intentan demostrar su determinación contra la creciente agresión de Corea del Norte. Todos los presidentes estadounidenses desde Ronald Reagan, excepto George H.W. Bush hizo el viaje.
El martes el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, indicó estar dispuesto a negociar con Corea del Norte el fin de su programa de armas nucleares, instando a Pyongyang a “regresar a la mesa de negociaciones” y “llegar a un acuerdo”.
Trump llegó el martes a Corea del Sur procedente de Japón en la segunda etapa de su gira por el este de Asia, siendo recibido en la base aérea Osan, a las afueras de Seúl.
Después, Trump voló en helicóptero a Camp Humphreys, la mayor base militar de EE.UU. en el país, donde se encontró con tropas estadounidenses y surcoreanas, así como con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in.
La Casa Blanca dijo que el viaje de Trump buscaba demostrar la determinación de EE.UU. sobre su estrategia de mano dura a las amenazas nucleares y de misiles de Corea del Norte, pero denotando un mayor optimismo, Trump se mostró más partidario que nunca en favor de la diplomacia.
En su encuentro con comandantes militares, Trump dijo que “al final todo se resolverá, siempre se resuelve, tiene que resolverse”.
Más tarde, en una conferencia conjunta con el presidente Moon, Trump indicó que “tiene sentido para Corea del Norte sentarse a la mesa y llegar a un acuerdo que sea bueno para el pueblo de Corea del Norte y para el mundo… Yo sí veo algo de movimiento”.
Agregó que ha visto “mucho progreso” en el trato con Corea del Norte aunque no quiso ahondar sobre si quiere conversaciones diplomáticas directas con ese régimen.
El mandatario estadounidense también subrayó las opciones militares a su disposición, haciendo notar que tres grupos de portaviones y un submarino nuclear han sido desplegados en la región, pero matizó que “Dios mediante, esperamos que nunca tengamos que emplearlos».
No hubo amenazas de desatar “fuego y furia” contra el Norte, ni menciones del “pequeño Rocket Man”, como antes se refirió peyorativamente al líder norcoreano, Kim Jung Un, pero sí dijo que éste “amenaza a millones y millones de vidas tan innecesariamente” y remarcó la misión principal de su gira por Asia: reclutar a las naciones de la región, incluyendo China y Rusia, para que ayuden a cortar los vasos que mantienen la economía norcoreana y presionarlos para ceder en su ambición nuclear.
El presidente Moon, que se ha esforzado por acercarse a Trump, dijo esperar que la visita de su homólogo estadounidense se convierta en un punto de inflexión en el enfrentamiento con Corea del Norte y dijo que ambos habían “acordado resolver el tema nuclear de Corea del Norte de una manera pacífica” para llevar la “paz permanente” a la península.
“Sé que usted ha puesto este asunto en lo alto de su agenda de seguridad”, dijo Moon. “De modo que confío en que su visita a Corea y a la región de Asia Pacífico sirva como una oportunidad para acabar con la ansiedad que siente el pueblo coreano debido a las provocaciones de Corea del Norte, y sirva también como un punto de inflexión para resolver la cuestión nuclear norcoreana”.
Trump también dedicó tiempo a sus objetivos económicos, señalando que el acuerdo comercial actual entre Washington y Seúl “no es exitoso y no es muy bueno para Estados Unidos”. Sin embargo, dijo que había mantenido una “estupenda” reunión sobre comercio y añadió que “confiemos que eso empiece a resolverse, y se resuelva para que podamos crear muchos empleos en Estados Unidos, que es uno de los motivos muy importantes por los que estoy aquí”.
Voz de América