El coronavirus ha infectado a 2.250.000 personas en el mundo, provocando al menos 154.000 muertes en todo el planeta. Una cuarta parte de ellos, el 24% (correspondiente a 37.079 fallecidos) pertenece a Estados Unidos, que acumula 706.000 contagios y un foco de propagación sin precedentes en Nueva York.
No obstante, el presidente estadounidense Donald Trump reiteró en las últimas horas su instigación a la rebelión contra el confinamiento, en un esfuerzo desesperado por recuperar la economía, a pesar del riesgo que representa para cientos de miles de vidas humanas.
Europa también evalúa medidas, pero lo hace con precaución. Aún registra la mitad de los contagios (1,11 millones de los casos confirmados) y casi dos tercios de los fallecidos (unos 98.000), según recuento de la AFP realizado este el sábado.
Italia registra 23.000 decesos, España más de 20.000, Francia cerca de 19.000 y Reino Unido 15.000. Mientras que en América Latina el número de muertos supera los 4.000 y el continente africano se mantiene en unas 1.000.
La medida más efectiva: el aislamiento
De momento, la medida de prevención más efectiva sigue siendo el distanciamiento social, que de acuerdo con reportes oficiales ha logrado frenar la exponencial propagación de la pandemia al mantener a más de la mitad de la población mundial confinada en sus casas.
Sin embargo, en Estados Unidos, el principal instigador para poner fin al confinamiento es paradójicamente el propio presidente Trump, a juzgar por los polémicos tuits del mandatario:
“¡Liberen a Minnesota!», «¡Liberen a Michigan!», trinó mientras manifestantes -“algunos de ellos armados”, advierte AFP- se disponen a desafiar en las calles a las autoridades de los Estados demócratas.
LIBERATE MICHIGAN!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) April 17, 2020
Mientras se superan los 154.000 muertos en el mundo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) anuncia la peor recesión desde de la Gran Depresión de 1929, los gobiernos se enfrentan al dilema de cuándo y cómo poner fin al confinamiento, en busca de un equilibrio entre amortiguar los daños a la economía o salvar vidas.
Estados Unidos es el país más golpeado por el virus, y ante la falta de una red de protección social, tiene a millones de estadounidenses recurriendo a bancos de alimentos, cuyos trabajadores están desbordados por la explosión de la demanda.
Millones de personas en peligro
En este contexto, el gobernador demócrata de Washington, Jay Inslee, teme que los tuits de Trump alienten “actos peligrosos e ilegales”, toda vez que “ponen a millones de personas en peligro de infectarse con la COVID-19”.
En opinión del mandatario regional, las “arremetidas desequilibradas” del presidente y sus “llamados a ‘liberar’ los Estados podrían llevar también a la violencia”.
We appreciate our continued relationship with the vice president, Dr. Birx, Admiral Polowczyk, Admiral Giroir and others.
— Governor Jay Inslee (@GovInslee) April 17, 2020
But their work is undermined by the president's irresponsible actions. 5/7
En un hilo de siete trinos, el gobernador animó a los líderes políticos “a hablar con firmeza contra los llamamientos del presidente Trump a la rebelión”. Argumentó que “los estadounidenses necesitan trabajar juntos para protegerse mutuamente”.
Y dijo que esa es “la única forma de frenar la propagación de este virus y llevarnos al camino de la recuperación”.
Tasa de infectados podría ser 85 superior
Aún más revelador resulta un estudio realizado por la Universidad de Stanford, en Santa Clara (California).
La investigación encontró que entre el 2,5% y el 4,1% de la población local estaba infectada por el coronavirus; es decir, de 50 a 85 veces más que el número de casos “oficialmente confirmados”.
GV