Esta medida podría aliviar el impacto de los aranceles en los consumidores y beneficiar a empresas como Apple y Samsung Electronics, entre otras. La medida beneficiará a los productos enviados desde China, y que actualmente están sujetos a un arancel adicional del 145 %
El juego de ajedrez en torno a los aranceles de Estados Unidos toma una nueva dirección con la decisión de Donald Trump de emitir la primera serie de exenciones para ciertos rubros comerciales, entre ellos, los teléfonos móviles, ordenadores, microprocesadores y otros productos electrónicos.
Las exenciones, publicadas en un boletín de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza del país, representan una limitación de los gravámenes al excluir estos productos de dos tipos de aranceles: el arancel del 125 % aplicado a China y el arancel base del 10 % para casi todos los demás países, reseñó Infobae.
Esta medida podría aliviar el impacto de los aranceles en los consumidores y beneficiar a empresas como Apple y Samsung Electronics, entre otras.
Las exclusiones se aplican sobre teléfonos móviles, ordenadores portátiles, discos duros, microprocesadores y chips de memoria, así como máquinas utilizadas para fabricar semiconductores, en un guiño al gigante de Taiwan Semiconductor Manufacturing Co.
Las exenciones, publicadas el viernes por la noche en un aviso de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), abarcan diversos productos electrónicos, como teléfonos inteligentes y componentes que ingresan a Estados Unidos desde China, y que actualmente están sujetos a un arancel adicional del 145 %.
Los semiconductores también están excluidos del arancel base del 10 % que se aplica a la mayoría de los socios comerciales de EE. UU. y del impuesto adicional del 125 % que se aplica a China.
Las exclusiones reducen el alcance de los amplios gravámenes del 10 % anunciados por el presidente Donald Trump a principios de este mes, y el severo arancel adicional sobre los productos procedentes de China.
Trump ha atacado especialmente a China con sus “aranceles recíprocos” destinados a abordar prácticas que Washington considera injustas, introduciendo recientemente un nuevo arancel del 125 % sobre los productos de la segunda economía más grande del mundo, que entró en vigor esta semana.
Esta tasa se sumó a un impuesto anterior del 20 % que Trump impuso por el supuesto papel de China en las cadenas de suministro de fentanilo, además de otros aranceles vigentes de administraciones anteriores, lo que elevó la cifra total a al menos el 145 % para muchos productos.
Muchos de los productos exentos, como discos duros y procesadores de computadora, generalmente no se fabrican en Estados Unidos.
Si bien Trump ha mencionado los aranceles como una forma de reimpulsar la producción en Estados Unidos, es probable que se necesiten años para reactivar la producción nacional.
La escalada entre las dos principales economías del mundo ha persistido después de que Beijing anunciara el viernes que aumentará del 84 % al 125 % los gravámenes sobre todos los productos importados desde Estados Unidos en respuesta a las últimas tasas que ha aprobado Washington, que hacen que el porcentaje sobre bienes chinos se eleve en total al 145 %.
La medida, que entró en vigor este sábado, ha sido confirmada por el Comité de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado chino, que condena la política comercial estadounidense por “violar gravemente las normas del comercio internacional”.