Los minoristas de Estados Unidos y los mercados financieros globales recibieron un regalo de Navidad anticipado el martes, cuando el gobierno de Donald Trump anunció la postergación de gravámenes a productos electrónicos importados de China.
Esto, sumado a que los principales funcionarios comerciales de Estados Unidos y China hablaron por teléfono, sugiere una posible tregua en la guerra comercial entre ambas potencias, intensificada en las últimas semanas.
Trump dijo que la conversación fue “muy productiva” y que acordó retrasar la imposición de aranceles a algunos productos para proteger a los consumidores antes de la temporada navideña, negando un impacto en el bolsillo de los estadounidenses.
Estas noticias impulsaron al alza a los mercados bursátiles mundiales, aliviados de que pueda haber un acuerdo que evitaría un temido golpe a la economía mundial, que ya ha estado mostrando signos de tensión.
La última ronda de aranceles a 300.000 millones de dólares de productos chinos, que entrará en vigencia el 1 de septiembre, supone que todas las importaciones chinas a Estados Unidos estarán sujetas a aranceles adicionales.
Cuando Trump anunció esta decisión el 1 de agosto, los minoristas estadounidenses pusieron el grito en el cielo.
Pero la oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos (USTR) dijo el martes que retrasará hasta el 15 de diciembre la imposición de nuevos aranceles del 10% a los teléfonos celulares, computadoras portátiles, monitores de computadora, consolas de videojuegos y algunos juguetes, calzado y ropa fabricados en China.
“Estamos haciendo esto para la temporada navideña en caso de que algunos de los aranceles tengan un impacto en los consumidores estadounidenses, pero hasta ahora realmente no han tenido ninguno”, dijo Trump a periodistas en Nueva Jersey.
Una rara variedad de productos se beneficiará del aplazamiento, incluidos muebles para bebés, pañales y trajes de hombre, así como pescado congelado, porta cigarros, remolachas, pesticidas, ropa de cama y útiles escolares.
Además, el USTR dijo que eliminó “en función de la salud, la seguridad, la seguridad nacional y otros factores” ciertos productos incluidos en el listado inicial de bienes que podrían estar sujetos a la tarifa suplementaria del 10%.
Entre los productos exentos hay asientos para automóviles, contenedores y grúas para puertos, así como Biblias y otra literatura religiosa.
“Ciertamente estamos aliviados de que muchos de los artículos no se vean impactados en esta fiestas”, dijo Rebecca Mond, de The Toy Association.
“Nos gustaría ver la amenaza de los aranceles eliminados por completo de nuestras cabezas”, pero la industria del juguete se “salvó en gran medida” por esta postergación, dijo a AFP.