El presidente Donald Trump confirmó a través de un anuncio hecho desde la Rosaleda de la Casa Blanca que Estados Unidos se retira del acuerdo climático de París, por lo que se incluiría a la corta lista encabezada por Siria y Nicaragua, que no han firmado los compromisos adoptados en la capital francesa por casi 200 naciones a finales de 2015.
Funcionarios de la Casa Blanca anticiparon a congresistas y grupos conservadores que Trump daría el anuncio.
Salirse del acuerdo aislaría a Estados Unidos de una gran cantidad de aliados internacionales que pasaron años negociando el tratado de 2015 para combatir el cambio climático y la contaminación al reducir las emisiones de carbono en casi 200 naciones. Mientras viajaba por el extranjero la semana pasada, Trump fue presionado repetidas veces tanto por líderes europeos como por el Vaticano para que mantenga al país en el pacto.
Si se retira, Estados Unidos quedaría alineado solamente con Rusia entre las economías industrializadas del mundo en lo que respecta al combate al cambio climático.
Los líderes de algunas compañías estadounidenses -Apple, Google y Walmart, entre otras- también han exhortado al empresario convertido en presidente para que permanezca en el acuerdo. E incluso empresas productoras de combustibles fósiles como Exxon Mobil, BP y Shell dicen que Estados Unidos debería continuar en el tratado.
Barack Obama, el predecesor de Trump, introdujo al país al pacto sin la ratificación del Senado. Un retiro formal llevaría años en concretarse, dicen los expertos, una situación que el presidente de la Comisión Europea hizo notar al hablar despectivamente del mandatario estadounidense el miércoles.
Trump no “comprende a fondo” los términos del tratado, aunque los líderes europeos intentaron explicarle el proceso de retiro “en frases claras y sencillas” durante las reuniones que sostuvieron con él la semana pasada, dijo Jean-Claude Juncker en Berlín. “Parece que ese intento fracasó”.
“Esta idea, ‘Soy Trump, soy estadounidense, Estados Unidos es primero y me voy a salir’, eso no va a ocurrir”, agregó.
Michael Brune, director ejecutivo del organismo ambientalista Sierra Club, consideró que la medida que aparentemente Trump tomará es un “error histórico al que nuestros nietos verán en retrospectiva estupefactos y consternados sobre cómo un líder mundial podía estar tan disociado de la realidad y la moralidad”.
EFE