De igual forma, arremetió contra la política migratoria del presidente Joe Biden, a la que calificó de “imperdonable”, y acusó a Venezuela de aprovecharse de lo que describió como fronteras abiertas. Según Trump, durante los últimos cuatro años ingresaron al país cerca de 25 millones de personas, entre ellas “asesinos, traficantes de drogas y reclusos”.
Aseguró que 11.688 migrantes con antecedentes por homicidio habrían entrado a Estados Unidos en ese período, y afirmó que muchos de ellos habían cometido más de un asesinato. “Estamos sacando a esta gente rápidamente. Pero esto nunca debió haber ocurrido”, señaló.
Asimismo, acusó directamente a Venezuela de enviar criminales y miembros de organizaciones como el Tren de Aragua, y citó como ejemplo la situación en el estado de Colorado, donde según dijo pandillas llegaron a tomar edificios de apartamentos ante la inacción de autoridades locales.
Trump comentó que su política de seguridad ha logrado una reducción histórica del narcotráfico marítimo y adelantó que el próximo foco será el tráfico de drogas por tierra, tras sus operaciones en el Caribe.
Asimismo, afirmó que la Ley para la Seguridad de los Estados Unidos ha permitido una disminución de entre 92,6% y casi 96% en el ingreso de drogas por vía marítima, gracias a la destrucción de embarcaciones utilizadas por organizaciones criminales.
“Cada embarcación que hemos destruido salva 25.000 vidas”, sostuvo, al describir operativos contra lanchas rápidas que, según dijo, no corresponden a actividades de pesca. “Si ven una embarcación con tres o cuatro motores fuera de borda yendo a casi 50 millas por hora, eso no es equipo de pesca”, señaló.
Trump dijo que aún queda un 4% del tráfico marítimo por identificar y controlar, pero remarcó que el combate al narcotráfico terrestre será “más fácil”. “Si quieren transportar drogas por tierra, los vamos a destruir. No queremos que envenenen a nuestra gente”, advirtió.
El mandatario vinculó el narcotráfico con la crisis de sobredosis en el país y afirmó que en el último año murieron alrededor de 300.000 personas, una cifra que, según dijo, equivale a llenar tres estadios de fútbol. “Eso se acabó. Estamos haciendo un muy buen trabajo”, agregó.
Finalmente, Trump destacó que Estados Unidos cuenta con “una frontera segura y un país fuerte”, y afirmó que la confianza internacional se refleja en la llegada de billones de dólares en inversiones extranjeras, impulsadas según indicó por su política comercial y el uso de aranceles como factor de presión.