Cambio de técnico, un rival inspirado y el público en contra. El camino de Trotamundos de Carabobo lucía cuesta arriba para lograr un triunfo anoche frente a Cocodrilos de Caracas en el Parque Naciones Unidas. Pero los factores adversos resultaron puntos de inspiración. El Expreso Azul está en la final, luego de vencer a los saurios por 69-64.
En la fase decisiva los espera un rival conocido. Marinos de Anzoátegui los recibirá en Puerto La Cruz mañana para reeditar la final de 2012.
De una noche a otra cambió la dirección técnica de los cabrialenses. Julio Morillo, asistente de Jorge Arrieta hasta hace dos días, se encargó de las estrategias. El principal ajuste, solicitado por la directiva del equipo y que desembocó en la salida del zuliano, fue involucrar más a la banca. La apuesta funcionó, sobre todo por el aporte de Miguel Marriaga.
Los 20 minutos del pívot en la cancha fueron productivos. Terminó con ocho rebotes, siete puntos y tres bloqueos. En defensa colaboró para disminuir la producción de los grandes de Cocodrilos. Néstor Colmenares y Kristoffer Lang sumaron apenas 18 tantos entre ellos.
“En el último juego me fui bastante molesto conmigo mismo y con parte del cuerpo técnico. Les pedí que confiaran en mí. Cocodrilos jugó muy fácil el ‘pick and roll’ ese día. Era frustrante estar en el banco. Les pedí que me dieran la oportunidad y respondí”, relató Marriaga.
Jack Martínez se gozó el triunfo más que cualquier otro. El dominicano labró doble-doble de 15 unidades y 11 rebotes. Como es costumbre, envió mensajes a su rival. “En la chiquita no iban a aparecer los que hablan mucho cuando tienen un juego bueno. Es demasiado especial esta clasificación. No me llamaron para decirme que me cambiaron a Guaros, después de cinco años aquí y dos títulos. Me enteré por otros. Ya la deuda está pagada. Está hecho”, aseveró el exjugador de los reptiles.
Por su parte, Morillo aseguró que fue una situación incómoda para él. “Arrieta es mi amigo, fue el primero que me deseó suerte. Me dijo que hiciera lo que él no hizo (colocar un quinteto grande con Martínez, Marriaga y Robert Glenn). Le dedico la victoria a Julio Toro, quien es mi mentor”, declaró.
Entre tanto, los capitalinos no podrán revalidar la corona. Nunca pudieron despegarse en el marcador. La ofensiva no estuvo fluida y les tomaron 23 rebotes ofensivos que fueron transformados en 20 unidades; además, perdieron 14 balones. “Este es el peor partido que le he visto a Cocodrilos. Estuvimos desorientados, no sé qué pasó. Jugamos demasiado suave. No quisimos el juego”, apuntó el coach Néstor Salazar.
Daniel Gómez
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MERIDIANO