logo azul

Tres décadas sin Héctor Lavoe

Categorías

Opinión

Tres décadas sin Héctor Lavoe

El 29 de junio de 1993 el mundo de la música se paralizó. La prensa anunció el fallecimiento, en el Hospital Saint Claire de Manhattan, Nueva York, de Héctor Juan Pérez Martínez, conocido como «Héctor Lavoe» por todos los amantes de la salsa en el mundo.

 

 

 

 

 

 

Tenía solo 46 años y su muerte se derivó en complicaciones con el sida y los problemas respiratorios que padecía. Fue un paro cardíaco que terminó con el sufrimiento del «jibarito» de Puerto Rico, un artista que marcó huella en la música latina de la mano del poderoso sello disquero Fania All Stars.

 

 

 

 

«La voz» llegó a Nueva York como todo soñador, con la ilusión de cumplir su mayor anhelo: ser cantante y triunfar. Lo hizo, disfrutó de los placeres de una rutina que lo llevó al ocaso.

 

 

 

 

 

 

A medida que más grande se hacía como cantante más caía como ser humano, víctima de unos vicios que terminaron por ser su condena. Aunque se refugió en la religión, tal y como lo demostró con «Aguanilé», no pudo ganarle la batalla a las drogas.

 

 

 

 

 

 

Los temas de Héctor Lavoe siguen resonando en el mundo

 

Héctor Lavoe dejó para la posteridad temas que aún hoy siguen siendo cantados y bailados por los amantes de la salsa brava: Juanito Alimaña, Periódico de Ayer, La Fama, Calle Luna Calle Sol, Songoro Cosongo, El Día de mi Suerte, Aguanile, El Rey de la Puntualidad y más formaron parte de su extenso repertorio.

 

 

 

 

 

 

Lo bautizaron como el «Cantante de los cantantes» y así permanece en la memoria colectiva.

 

 

 

 

 

Mención aparte merece la junta que hizo con Willie Colón, arreglista, productor y corista con quien formó uno de los dúos tropicales más exitosos e irrepetibles de la música tropical bailable.

 

 

 

 

 

 

Bautizado como «El Cantante de los Cantantes», tomó como su himno el tema que un joven Rubén Blades le escribió en su momento: «El Cantante», una de las más gloriosas.

 

 

 

 

 

 

Un joven Rubén Blades con Héctor Lavoe.
«Me paran mucho en la calle, mucha gente que comenta…Oye Héctor, tú estás hecho, siempre con hembras y en fiestas. Nadie pregunta si sufro si lloro, si tengo una pena que hiere muy hondo » dice un estribillo de la canción, lo que reflejaba el vía crucis que mantenía internamente.

 

 

 

 

 

 

Una vida difícil, llena de obstáculos y vicios
La droga fue su gran enemigo. Desde que probó la heroína no pudo desengancharse a pesar de atravesar distintas terapias y viajes que buscaban desintoxicarlo. Es cierto, pero la gente se identificaba con el boricua porque su estilo rebelde, retador y desenfadado les hacía sentirlo un poco más suyo.

 

 

 

 

 

 

 

Le aceptaban sus llegadas tarde a los conciertos y lo querían. Así fue Héctor Lavoe y así se fue a la sepultura.

 

 

 

 

 

En su carrera ganó mucho dinero, tuvo muchas mujeres, fama y éxito y grandes exponentes como Johnny Pacheco, Celia Cruz o el propio Blades lo tenían en el pedestal que hasta el sol de hoy nadie pone en duda.

 

 

 

 

 

 

Perdió a su hijo, intentó suicidarse desde el noveno piso del Hotel Regency en Puerto Rico en 1988, y también sufrió innumerables decepciones, la muestra de que a cualquiera le puede pasar factura un ritmo frenético y lleno de incertidumbre. Héctor luchó hasta que pudo.

 

 

 

Su voz melodiosa, su capacidad de soneo, era un maestro en esas lides, su irreverencia como artista fueron pioneros en una industria salsera que hoy recuerda a uno de sus hijos más predilectos.

 

 

 

 

 

 

Hasta una película sobre él se hizo cuando Marc Anthony y Jennifer López decidieron llevar a la pantalla grande su vida. La cinta llamada «El Cantante» tuvo algunas críticas negativas de los exponentes de aquella época por considerar que no reflejaba a cabalidad lo que fue Héctor.

 

 

 

 

 

 

Son ya 30 años sin el cantante, sin el puertorriqueño que tuvo a Nueva York en sus manos y al mundo rendido a su talento.

 

 

 

 

 

 

Su legado permanece intacto mientras en cualquier lugar del planeta se baile una canción que lleve su sello.

 

 

 

 

 

 

 

Él tuvo un final, pero para sus fans él siempre estará presente. «No importa tu ausencia, te sigo esperando»…

 

 

 

 

 

 

El Nacional

Comparte esta noticia:

Contáctanos

Envíe sus comentarios, informaciones, preguntas, dudas y síguenos en nuestras redes sociales

Publicidad

Si desea obtener información acerca de
cómo publicar con nosotros puedes Escríbirnos

Nuestro Boletín de noticias

Suscríbase a nuestro boletín y le enviaremos por correo electrónico las últimas publicaciones.