Los presos de Tocuyito denuncian que las autoridades del lugar revenden el pollo que llega. Aseguran que «están pasando hambre y se están muriendo»
Tras la protesta por la violación al derecho a una buena alimentación que protagonizaron los presos del Centro de Formación del Hombre Nuevo El Libertador, del Internado Judicial Carabobo, mejor conocido como Tocuyito, varios de ellos fueron trasladados a su ciudad de origen, según informó la ONG Una Ventana a la Libertad en su página web. Los reclusos iniciaron el reclamo aproximadamente a las 8.00 de la noche del viernes 1 de enero y culminaron este sábado.
De acuerdo al relato de los familiares, esto no era el resultado esperado, pero fue lo que se logró; un «Vuelve a casa» a causa del motín cuando comenzaron a quemar colchones y basura en la azotea de una de las torres del Centro de Formación para el Hombre Nuevo «El Libertador», detalló la ONG.
En total, fueron 58 los presos trasladados: «30 para el Internado Judicial del estado Barinas, 21 para el Centro Penitenciario de Occidente (CPO) en Santa Ana, estado Táchira y siete al Centro Penitenciario de la Región Andina (Cepra). También hubo traslado para el Centro de Rehabilitación Social El Rodeo y para la Cárcel San Francisco de Yare, ambos en el estado Miranda; pero fue revelado el número de reclusos», señaló Una Ventana a la Libertad.
Asimismo, otros serían cambiados presuntamente de «manera voluntaria» a la Mínima del Complejo Penitenciario Carabobo (penal de Tocuyito).
Familiares de los privados de libertad sostuvieron que no los quieren en el Centro de Formación para el Hombre Nuevo “El Libertador” por “revoltosos, ya no los miran con buenos ojos porque reclamaron sus derechos”.
La protesta comenzó el viernes, debido a la falta de alimentos en el penal, entre otras carencias que presentan.
El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) informó a través de sus redes sociales que los detenidos quemaron colchones y otros objetos en la azotea para denunciar la precaria situación en la que se encuentran. Los familiares de los reclusos temían que funcionarios de la Guardia Nacional irrumpieran en el lugar para disipar la protesta y se viera afectada la seguridad de quienes estaban allí o que fueran trasladados a otras cárceles más lejanas.
Del mismo modo, denunciaban que los custodios del centro penitenciario revendían el pollo que llega al lugar, así como los privilegios de algunos detenidos.
«Autoridades presentes, necesitamos el apoyo de los derechos humanos y de la ONU. Estamos pasando hambre a diario y nos estamos muriendo. Los directores de este recinto carcelario nos hacen caso omiso; por eso es que tomamos esta actitud, sabemos que no es la competente, pero sabemos que así es que trabajan ustedes. Tenemos el derechos de exigir nuestros propios derechos. El inspector que llegó en estos días no dejó pasar la comida: no nos da comida, no nos da traslado, no vamos a tribunales. ¿Hasta cuándo vamos a estar presos? Tres años sin ir para tribunales en este penal», se le oye reclamar a un preso en un video publicado en Twitter por la periodista Heberlizath González.
El OVP aseguró que los presos tienen más de tres meses sin comer carne o pollo y dijeron que la ingesta diaria de alimentos solo se basa en agua, con arroz o pasta.
Familiares de los presos se trasladaron al lugar este sábado 2 de enero.
Tal Cual