Toyota, una de las grandes marcas de automóviles del mundo, ha dado a conocer recientemente una revolucionaria tecnología que podría transformar por completo la industria de los vehículos eléctricos en, atención, tan solo cuatro años.
Según comentan, la compañía ha estado trabajando en el desarrollo de baterías de estado sólido que permitirían a los automóviles duplicar su autonomía en comparación con los vehículos eléctricos actuales, y además, se cargarían en tan solo 10 minutos.
Lo más llamativo precisamente es el tiempo estimado de adopción, ya que Toyota remarca un posible lanzamiento en 2027 o 2028. Esta tecnología de baterías de próxima generación es un gran avance que podría revolucionar toda la industria de los vehículos eléctricos.
El motivo es que la mayoría de los coches eléctricos actuales tienen una autonomía de alrededor de unos 480 kilómetros, pero las baterías de estado sólido podrían permitir que todos ellos recorran hasta 1.200 kilómetros con una sola y rápida carga, provocando todo un cambio.
Solo por comparar, la red Tesla Supercharger, la más grande de su tipo, ofrece el equivalente a 321 kilómetros de carga en 15 minutos, así que haz las cuentas.
Toyota se propone marcar el cambio hacia el coche eléctrico: gran autonomía, tiempos de carga mínimos y un proceso de ensamblaje autopropulsado
Este anuncio de Toyota no cabe duda de que llega en un momento en que la industria se está moviendo hacia una mayor electrificación y sostenibilidad a nivel general.
La adopción de vehículos eléctricos está en constante crecimiento, y esta marca está buscando mantenerse a la vanguardia de esta tendencia. Por ejemplo, la empresa se ha asociado con una importante refinería de petróleo en un esfuerzo por impulsar este proyecto y lograr en un futuro una movilidad más limpia.
Además de las baterías de estado sólido, Toyota también planea lanzar baterías de iones de litio de próxima generación a partir de 2026. Estas ofrecerán también mayor autonomía y tiempos de carga más rápidos. «Lo que queremos lograr es cambiar el futuro con los BEV», dijo Takero Kato, presidente de la nueva unidad de vehículos eléctricos de Toyota.
Como ya sabrás, son estas dos patas de la silla las claves para una adopción masiva de vehículos eléctricos, ya que resuelven las grandes preocupaciones de los consumidores: que puedan llegar a destinos lejanos y que no se necesite una noche entera para cargar su coche.
Al final es lógico, con tiempos de carga más cortos y gran autonomía, los vehículos eléctricos se vuelven más atractivos para un público más amplio y eso es lo que Toyota busca con su nueva batería de iones de litio de alto rendimiento que ofrecerá una autonomía asombrosa de 1.000 kilómetros, aunque por supuesto, el gran hito se ubica, como antes se menciona, en la batería en estado sólido.
Estas utilizan electrolitos sólidos inorgánicos en lugar de líquidos orgánicos inflamables. Además de eliminar los riesgos de incendio, las baterías de estado sólido ofrecen una mayor densidad de energía y tiempos de carga más rápidos.
El interés en las baterías de estado sólido es muy claro en la industria de vehículos eléctricos, con fabricantes como Toyota o incluso Honda anunciando estos y otros planes para incorporar la tecnología en sus futuros vehículos.
Para lograr esta visión, Toyota también está avanzando en la tecnología de producción y ensamblaje. La compañía está desarrollando una plataforma EV dedicada que reducirá los costes de los nuevos modelos, así como una línea de ensamblaje automatizada que eliminará el sistema de cinta transportadora tradicional utilizado en la producción de automóviles durante más de un siglo.
Esta nueva línea de montaje «autopropulsada» permitirá que los coches en producción se muevan por sí mismos durante el proceso de ensamblaje, lo que desde luego parece casi de ciencia ficción.
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