Al menos tres personas murieron y otras trece resultaron heridas tras una torrencial tormenta con granizo que azotó este lunes a la ciudad de Sucre, la capital constitucional de Bolivia, donde también se registraron daños materiales.
Una intensa lluvia con granizo se registró al finalizar la tarde en Sucre y convirtió sus calles en ríos que descendieron con fuerza desde las zonas altas de la ciudad, arrastrando a su paso algunos vehículos y quioscos ambulantes, según se ve en videos compartidos en Facebook y replicados por medios locales.
La tormenta se extendió “por espacio de unos 30 minutos de una manera incesante”, explicó a Efe el comandante departamental de la Policía de Chuquisaca, el coronel Jhonny Mancilla.
“Son tres personas fallecidas, una de sexo femenino y dos de sexo masculino” a causa del temporal, indicó Mancilla.
Dos de los fallecidos eran comerciantes que se encontraban en vía pública cuando empezó a llover y fueron arrastrados por el agua, mientras que el tercero es un hombre que perdió el equilibrio por la fuerza del caudal y falleció “por sumersión e hipotermia”, señaló.
Unas trece personas de distintos sexos y edades que resultaron heridas fueron asistidas por la Policía y los Bomberos, la mayoría con hipotermia, pero sin lesiones graves, según Mancilla.
Varias motocicletas y puestos de venta ambulantes fueron arrastrados por el agua y también algunos automóviles que impactaron contra viviendas, indicó.
Por el momento no hay reportes ni denuncias de personas desaparecidas, añadió el jefe policial.
Los funcionarios municipales continuaban trabajando en la noche para retirar los restos de granizo, escombros y basura que dejó la tormenta a su paso por la ciudad, además de atender otras emergencias derivadas del suceso, que afectó sobre todo a la zona del Mercado Campesino.
Sucre es la capital constitucional de Bolivia y del departamento de Chuquisaca, además de ser sede del órgano judicial.
En febrero de 2002, en La Paz, que es la sede del Gobierno y el Parlamento nacional, una riada de granizo y agua anegó la ciudad y dejó 68 fallecidos y cuantiosos daños en su centro histórico.
