Todos los días se presenta un robo en Quinta Crespo

Todos los días se presenta un robo en Quinta Crespo

Secuestros, motorizados armados, hurto de carteras y bolsas de mercado mantienen en jaque a comerciantes y clientes del mercado municipal de Quinta Crespo. Diariamente desfilan los delincuentes por los alrededores e interior de las instalaciones del mercado situado en la parroquia Santa Teresa. Desde la bomba Pdvsa hasta el Instituto Nacional de Nutrición opera la banda de motorizados que atacan a cuanta persona esté descuidada.

 

Al mediodía del jueves, dos abuelitas se disponían a cruzar la calle para tomar una camioneta cuando hombres a bordo de un motociclo les arrancaron los zarcillos de plata dejándoles dos grandes huecos sangrantes en las orejas. “La situación más que terrible es agobiante. Uno se encomienda todos los días a Dios y permanece con un nudo en la garganta mientras trabajamos”, señaló la comerciante Tamara Moreno.

 

La seguridad dejó de mantener a raya a los antisociales, a tal punto, que hoy en día la mitad de los dueños de establecimiento contrataron servicio de escolta para resguardar sus vidas.

 

Más aún después del secuestro y asesinato del comerciante Quintinho Da Costa (45) quien fue hallado en la avenida Lebrún de Petare con varios impactos de bala nueve días después de su plagio cuando circulaba por la Valle – Coche.

 

Las razones para tener sobran, así lo explicó Moreno. “De cada 10 clientes que viene al menos ocho son robados, les cortan la cartera o arrebatan las bolsas. Es mejor no venir ni fines de semana ni en quincena”, acotó la vendedora, quien aseguró que hasta menores de edad hacen ronda para ver que pueden llevarse.

 

“Da miedo porque también están armados”, remató. En la zona hay poca presencia policial, por casualidad volvieron los fiscales de tránsito y algunos efectivos de la PNB justo cuando el Indepabis realiza inspecciones por los negocios. De resto no se les ven la cara.

 

“Los policías se hacen los locos, cuando ven algo sospechoso se dan la espalda”, sostuvo el dueño de una lunchería.

 

Los negocios de Quinta Crespo cierran más temprano de lo normal. Después de las dos de la tarde solo están los buhoneros en la calle Coiman y alguno que otro peatón descuidado. “Nosotros no estamos pendiente del hampa en cambio ella sí”, reflexionó Moreno.

 

Fuente ÚN

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