Mucho se ha dicho sobre el momento del clímax. Se lo ha sacralizado y se lo ha rodeado de mitos y misterios. Sin embargo, es un proceso fisiológico con etapas muy claras, que los especialistas desgranan con frialdad de relojería. Te contamos qué nos pasa a nosotras y a ellos al momento del orgasmo.
Estimulación
Ellos: Comienza en el cerebro y la puede ocasionar algo real o imaginario. Se produce rápidamente.
Nosotras: El contacto físico es la principal fuente de estímulos. Los cambios se dan paulatinamente.
Respuesta
Ellos: La sangre fluye con rapidez llenando los tejidos del pene. Puede aparecer un enrojecimiento del abdomen, del pecho, el cuello o la cara.
Nosotras: Aparecen gotitas en los pliegues internos que lubrican la vagina. Los músculos se relajan. Clítoris y labios internos aumentan su tamaño.
Sensaciones
Ellos: Durante la penetración, el placer se incrementa llevándolo a un punto de no retorno, que provocará la eyaculación y el orgasmo.
Nosotras: Los movimientos de nuestra pareja aumentan nuestro placer de manera progresiva sumando tensión que liberaremos en el clímax.
Clímax
Ellos: Con el orgasmo la tensión sexual llega a su punto máximo, tras lo cual la excitación declina rápidamente. En promedio, el hombre permanece entre 15 y 30 en la fase de meseta.
Nosotras: A diferencia del hombre, luego del clímax la excitación va cediendo de manera lenta y gradual.
Ambos: 0,8 segundos duran los intervalos entre las contracciones que provoca el orgasmo, tanto en el pene como en la vagina. Luego se hacen irregulares y desaparecen.
Placer y eyaculación son resultados de dos procesos diferentes y pueden no suceder simultáneamente. El hombre puede eyacular como respuesta a la estimulación sin experimentar un orgasmo.
Resolución
Ellos: Luego de eyacular, la excitación desaparece. El pene pierde su rigidez y, por un tiempo general, se mantiene la relajación.
Nosotras: Nuestro cuerpo vuelve a su estado normal lentamente. Si continúa la estimulación, podemos volver a sentir orgasmos. // IPP
Fuente: entremujeres.com