Grandes autores se pelearán desde la Palma de Oro del Festival de Cannes.
A partir de hoy, la meca del cine no quedará en California. Por dos semanas, Cannes, la ciudad balneriario de la Riviera Azul, en Francia, tomará su lugar cuando su Festival Internacional de Cine convoque en sus veraniegas callejuelas a los más conocido del mundo del cine y a millones de curiosos alrededor de un solo premio: la Palma de Oro.
Para actores o directores, Cannes es un hito. Cate Blanchett, Matthew McConaughey, Michael Fassbender, Salma Hayek, Woody Allen o Gus Van Sant acudirán en esta edición a la localidad costera con la intención de agrandar ese sueño emocionando con fantasía, amores imposibles, sueños rotos y muchas más emociones.
Inquietud junto con algo de temor, mucha alegría e incluso cierto vértigo será lo que probablemente viva Natalie Portman, que debuta como directora de un largometraje nada menos que llevando las memorias del escritor israelí Amos Oz a la gran pantalla con A tale of love and darkness. Lo único que se ahorrará son los nervios de competición, ya que la cinta se muestra fuera de concurso.
En la nómina de la sección oficial sólo figura un representante latinoamericano: el mexicano Michel Franco, quien con Chronic, su cuarta película, se estrena en la sección reina del certamen francés.
Hasta Cannes viaja también la australiana Blanchett de la mano del realizador estadounidense Todd Haynes, quien concurre por segunda vez por la Palma de Oro con Carol, una historia de un amor lésbico en el Nueva York de los años 50 basada en la novela de Patricia Highsmith The price of salt.
El drama se perfila como uno de los géneros más recurrentes en esta 68 edición, como ocurre con The sea of trees, en el que Gus van Sant lleva a Matthew McConaughey y a Ken Watanabe hasta el llamado bosque de los suicidios; una historia de supervivencia en la que también actúa Naomi Watts.
Esta edición destaca el nutrido despliegue de autores europeos, aunque muchos de ellos recurriendo a repartos de perfil internacional. Tal es el caso de los italianos Matteo Garrone y Paolo Sorrentino; el primero con la fantasía de Il racconto dei racconti, inspirada en las fábulas del escritor napolitano del siglo XVI Giambattista Basile y en el que la mexicana Salma Hayek encarna a una reina de cuento gótico.
Sorrentino, por su parte, regresa al certamen con Youth, protagonizada por los veteranos Michael Caine, Harvey Keitel y Jane Fonda.
Hasta Nanni Mortetti, el tercer italiano en competencia, no se ha resistido a un cartel internacional. John Turturro corprotagoniza Mia madre, con la que el cineasta podría alzar su segunda Palma de Oro.
Además, el australiano Justin Kurzel llevará al trono de Escocia a Michael Fassbender en Macbeth, una tragedia de Shakespeare sobre la ambición y el poder en la que Marion Cotillard le dará la réplica.
Pero si abrumadora es la presencia de actores de Hollywood, también lo es el peso del cine francés en competición con cinco películas a concurso, entre ellas las dos únicas realizadoras que compiten por la Palma de Oro: Maiwenn (Mon roi) y Valérie Donzelli (Marguerite et Julien).
Además, otra directora -también francesa- tendrá el honor de levantar el telón en Cannes: Emmanuelle Bercot se convierte en la segunda mujer en inaugurar el certamen en sus casi 70 años de historia con el drama social La tête haute, que protagoniza Catherine Deneuve.
Y no podía faltar la tradicional ración de cine asiático representada por el radical taiwanés Hour Hsiao Hsien (The assassin), las conmovedoras historias centradas en la familia del japonés Hirokazu Kore-eda (Our Little Sister) y la crítica a la sociedad china de Jia Zhang-ke (Mountains may depart).
Fuente: El Universal