Preparar la habitación de un hotel o de nuestra propia casa para conseguir un ambiente acogedor, que invite al amor, a la cercanía y, en suma, al sexo, es más fácil de lo que pueda parecer. En realidad, sólo hemos de dejarnos llevar por nuestra intuición para conseguir una decoración perfecta.
Que el entorno nos haga sentir cómodos es fundamental, por eso debemos guiarnos por el instinto para que todo salga a las mil maravillas. Eso sí, quizás sea buena idea seguir unas cuantas recomendaciones muy generales si creemos que pueden ayudarnos a mejorar el resultado. Sí, hablo de cosas tan básicas como una luz tenue, sábanas de raso, un delicado aroma, música suave…
Como en tantas otras áreas de la vida, también aquí las ideas simples suelen ser las más atractivas. Así, en esto de crear un espacio seductor, lo fundamental es conseguir que la habitación sea cálida y, a ser posible, que también destile un halo romántico.
Conseguir una gran noche de sexo depende de muchas otras cosas, en realidad, pero no puede negarse que la decoración juega un papel importante. Por lo tanto, si queremos que no falte detalle deberemos cuidar los cinco sentidos. Por ejemplo, sería interesante poner una música suave o, al menos, evitar que haya ruidos molestos, y por supuesto, tener la habitación recogida, sin trastos u olores molestos de zapatos ni de ambientadores demasiado agresivos.
Velas y pétalos de rosas
Para rizar el rizo, sería perfecto dejar caer pétalos de flores por la cama, en forma de corazón o aleatoriamente, así como poner unas velitas aromáticas (cuidado con la seguridad) que huelan a algo erótico, como Ylang Ylang, pues crearían una atmósfera íntima al mismo tiempo que dispersarían un agradable aroma erótico. O, por qué no, también podemos poner unas gotitas de aceite esencial de esta misma planta en lugares estratégicos, como en las sábanas o en cualquier otro lugar para que se perciba de forma íntima, sólo al acercarse a tal o cuál lugar.
El tacto podemos mimarlo de forma excepcional con unas sábanas de raso o, si no las tienes, con ropa de cama de algodón, que sea suave, a ser posible que no sean nuevas, pues algunas añaden olores sintéticos que molestan. Y, por supuesto, cuida que la habitación haya sido limpiada y ventilada al menos unos minutos para que no falte oxígeno y el ambiente no esté enrarecido.
Y, sobre todo, no olvides que el mejor elemento decorativo también puedes ser tú mismo, si es que estás en la habitación cuando tu pareja llegue. Ya sabes, la imaginación al poder… puedes recibirle de muchas maneras, con ropa sugerente, con el albornoz, recién duchado, en ropa interior, dentro de la cama desnudo o todo lo contrario, muy arreglado o arreglada. Sea como fuere, ten en cuenta que la naturalidad siempre suma puntos en el arte de la seducción.
Fuente: Sexólogos