Concentrarse, en algunas oportunidades, puede tornarse una tarea muy difícil de lograr. El Licenciado Diego Granata nos responde algunas preguntas acerca de un tema, cada vez más común y frecuente y nos da pautas para combatirlo.
-¿Cuáles son los motivos por los que una persona puede tener dificultades para concentrarse?
-Los motivos pueden ser de distinta índole:
FACTORES SOCIALES: En la actualidad, recibimos gran cantidad de estímulos que se movilizan con fluidez en un lapso de tiempo reducido, y el aparato psíquico no está en condiciones de registrar, discriminar, almacenar y procesar dicha información. Para poder concentrarnos en un pensamiento o en una acción, es necesario realizar voluntariamente un esfuerzo psíquico que implica poner en práctica todas las funciones cognitivas (relativas al conocimiento) y fundamentalmente la atención, que posibilita focalizar una idea o acción excluyendo a otras. Una de las dificultades más frecuentes para lograr la concentración radica en que es necesario tiempo y un gasto de energía, de los cuáles no siempre disponemos. El mundo actual privilegia la inmediatez y esto atenta contra nuestras capacidades, generando en numerosas oportunidades dispersión en el pensamiento, lo cual repercute fuertemente en otras funciones como por ejemplo: el aprendizaje.
FACTORES AMBIENTALES: Dentro de este grupo se encuentran los ruidos molestos, la iluminación insuficiente, la temperatura inadecuada, gran cantidad de estímulos visuales-auditivos funcionando simultáneamente, como por ejemplo televisión, radio, teléfono, celulares, medios informáticos como Internet, etc., y otros agentes contaminantes.
FACTORES FÍSICOS: Algunos ejemplos son el agotamiento, la ingesta de medicación, el uso abusivo de drogas (legales e ilegales), trastornos en la alimentación y del sueño, falta de ejercicio, etc.
FACTORES PSICOLÓGICOS: Incluyen falta de motivación y de voluntad, desinterés, exceso de tareas, agotamiento psíquico, abulia, etc., y los trastornos asociados a estos factores.
Los problemas de concentración ¿afectan a algún tipo de persona en particular?
Sí, son más propensas a sufrir problemas de concentración las personas que presentan trastornos de ansiedad, alteración en su conducta alimentaria, estrés, obsesiones, ataques de pánico, depresiones, adicciones y otros. En la actualidad, los problemas de concentración se visualizan con mayor frecuencia en el ámbito educativo, principalmente en el nivel primario. Una afección prevalente por estas épocas son los Trastornos por Déficit de Atención y Comportamiento Perturbador, íntimamente ligados al tema referido.
¿Cómo puede alguien detectar que padece este problema?
Se puede detectar con mayor facilidad, por ejemplo, cuando tenemos alteraciones en la memoria, olvidos recurrentes, cuando nuestra percepción selectiva es deficiente y no podemos fijarnos en una idea o acción o bien percibimos que nuestra capacidad de aprendizaje está disminuida.
¿Cómo se puede solucionar?
Con un tratamiento adecuado. Frecuentemente todos los psicólogos trabajan con este tipo de problemáticas, especialmente los profesionales con orientación cognitiva. También abordajes no occidentales como el Yoga, la Meditación, etc, proponen un método terapéutico para este tipo de dolencias.
¿Qué problemas mayores puede ocasionar la falta de tratamiento?
La falta de concentración está íntimamente ligada a la atención y al aprendizaje. Uno de los problemas que puede ocasionar la falta de tratamiento es que afecte directamente a todas las funciones cognitivas.
Fuente: revistabuenasalud