Decirle a tu galán palabras subidas de tono antes o a la hora de yacer bajo las sábanas, puede convertirse en una de tus mejores armas de seducción.
A veces parece que ellos dominan por completo el sutil arte del ‘dirty talk’, saben qué decir, cuándo y con qué entonación, mientras que muchas de nosotras sentimos un poquito de nervios al soltar una frase ‘sucia’, sobre todo, de que en lugar de sonar como una verdadera seductora, nos escuchemos ridículas.
Para que no te pase, checa estos tips:
Velo como un reto divertido, no te traumes pensando que no te saldrá. El mejor consejo es comenzar con una frase que sencilla, aunque no sea tan hot. Un halago o confesarle que todo el día has pensado en él, es un buen inicio.
Háblale al oído, el simple hecho de rozar su cuerpo con el tuyo y acercarte provocativamente a su oído (que por cierto, es una zona erógena), comenzará a alterar sus sentidos. Vuélvelo loco con un travieso susurro.
¡Practica! Se vale, aunque dicen que el ‘dirty talk’ es algo natural, no olvides que ‘la práctica hace al maestro’ la verdad es que no está de más que hagas una lista de frases traviesas y las ensayes frente al espejo.
Atrévete a decirle lo que sientes, ¡en serio! Susúrrale que te encanta cómo toca, lame, muerde, (tus boobs, pezones, piernas, cuello). También puedes sacar un poquito de tu lado dominatrix y ‘sugerirle’ cómo o dónde acariciarte, o que aumente su intensidad. Puedes darle ‘más sabor’ a tu entonación con un suave gemido.
Sé honesta. No se vale decir cosas como ‘Ya casi llego’ o ‘Estás tan duro’ si no son verdad, imáginate que le dices la segunda frase a tu chico y él apenas comenzó a calentar motores. #OsoTotal. Y de la primera… bueno, si no la dices en serio, lo único que lograrás es que tu clímax quede en la fantasía.
Frases para encender la hoguera
“Me encantan tus manos”
“No traigo ropa interior”
“Estoy muy húmeda”
“Me excitas tanto”
“Tócame así”
“Házmelo duro”
“Está muy… grande”
“La tienes muy dura”
“Ya no aguanto más…”
“Sigue así… más duro… ¡no pares!”
Usa tu imaginación y date vuelo con tus propias frases. ¡Ojo! Ten claro que una frase subida de tono no es lo mismo que caer en vulgaridades, la clave es excitar no ofender.
Fuente: Veintitantos