Es muy bello estar en una relación. Estar enamorada es el estado más placentero que podemos experimentar, y seguramente todas lo hemos experimentado en algún momento. Pero hay parejas en las que el amor no les sienta bien.
Son personas que, por separado, son amenas, y da placer tratarlas. Pero sólo cada una por su lado, porque cuando se juntan con su pareja resultan intratables. Sus demostraciones de amor son excesivas, melosas, su forma de tratarse resulta hasta nauseabundo, y más de una vez han surgidos sentimientos como el de querer estrellar sus cabezas contra la pared.
Si estás completamente enamorada de tu novio, aegúrate de no haberte convertido en una de esas parejas que todo el mundo detesta. ¿Cómo? En iMujer te damos estos tips que te servirán de ayuda para descubrirlo:
Tienen una comunicación constante cuando están separados
El celular suena a cada rato. Si no es una llamada, son cientos de mensajes. Así es cuando quienes conforman esta pareja están separados. Parece que la distancia acrecienta el amor… hasta que se vuelve insoportable, pero solamente para quienes son testigos de esta comunicación excesiva. Y si al menos cesan los llamados y mensajes, cada uno de los enamorados se la pasa hablando de su amor, y de lo bien que esto le hace. Al resto no le queda más que soportarlo.
Combinan su ropa
Parecen de un mismo equipo: ropa del mismo color, o tonos similares. Resulta incómodo cuando las parejas coinciden en su vestuario, incluso hasta si es involuntario. Si es a propósito, ¡peor! Un poquito de individualidad y estilo propio siempre viene bien.
Besos todo el tiempo
Un beso de vez en cuando delante de la gente está muy bien. Darse la mano y demás demostraciones de amor es completamente aceptable. Pero cuando es excesivo, hasta resulta incómodo. Darse un beso cada dos segundos, cada bocado en un helado, o después de cinco palabras… ¡Por favor! ¡Get a room!
Mensajearse… estando en la otra habitación
No solamente están en permanente contacto, sobre todo vía celular, sino que lo hacen ¡cuando se encuentran en habitaciones contiguas! Extrañarse está bien. Enviarse mensajes constantemente es molesto. Hacerlo mientras el otro está sólo a una pared de distancia, ¡es demasiado!
Usan apodos melosos
«Osito”, “bebé”, “cuchi” son algunos de los apodos románticos que, cuando se los escucha permanentemente, resultan demasiado melosos y hasta groseros. Son aquellos que hacen que todos los demás quieran huir, o contener las náuseas. Por favor, usar el nombre, o algún apodo más aceptable de vez en cuando, no viene nada mal.
Hablan como niño en público
Prodigarse mimos todo el tiempo, acariciarse, besarse sin disimulo ya es molesto. Pero si encima, a eso se le suma escucharlos hablarse como niñitos todo el tiempo… ¡por favor! Usen esa vocecita aguda de bebé solamente cuando estén en privado, no tenemos por qué soportar eso en público.
Son un solo “nosotros”
Una pérdida total de la individualidad: se han convertido en un estricto “nosotros”. No existe manera de tratar a la pareja por separado, siempre son el uno con el otro, hacen todo juntos, van a todos lados juntos. Ante una invitación, van los dos (y encima, con la ropa haciendo juego), y si le cuentas un secreto a uno, automáticamente se entera el otro. Son como un monstruo de dos cabezas.
Visto de esta manera es un panorama espeluznante ¿verdad? Si aún tienes dudas sobre las relaciones que no son del todo buenas, puedes informarte sobre si tu pareja es sana o tienes una completa dependencia emocional. O si simplemente eres adicta al amor.
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