En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer que se celebra todos los 25 de noviembre —en verdad no hay nada que celebrar— un títular recorrió la prensa nacional y regional que aún informa en el país: en Venezuela matan a una mujer cada 37 horas.
Entre enero y octubre se contabilizan 193 feminicidios. La estadística de la vergüenza y el deshonor. Y en alza: en 2016 ocurría uno cada 72 horas. Es la expresión, quizás la más dolorosa entre tanto desgarro, del estado de descomposición social, institucional y político.
Un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito y ONU Mujeres advierte que la violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más generalizadas en todo el mundo. Y subraya que estos asesinatos relacionados con el género, así como otras formas de violencia contra las mujeres y las niñas, no son inevitables.
«Estos crímenes pueden y deben prevenirse con una combinación de medidas como la identificación temprana de las mujeres afectadas por la violencia, y el acceso a un apoyo y protección centrados en las supervivientes».
El portal https://utopix.cc/, que se define como «una comunidad de trabajo colaborativo para la producción y difusión de una comunicación alternativa», ha recogido cada uno de los 193 feminicidios ocurridos en el país entre enero y octubre de este año.
Han identificado lugares, caseríos olvidados y barrios abandonados de las grandes ciudades; fechas, edades —la mayoría muy jóvenes, niñas, bebés—; y las circunstancias en que se produjeron, con el hogar como epicentro de la violencia y el crimen.
Y han constatado que «desde el Estado no existe ninguna propuesta concreta para enfrentar esta situación que solo muestra la falencia que hay en torno a las políticas públicas referidas a la prevención, atención y mitigación de la violencia contra las mujeres”. Se reclaman “acciones urgentes” y el cese de “la impunidad que ampara” muchas veces a los agresores.
Detrás de cada cifra, dura, fría, distante, está la historia de una mujer o niña –“a la que se le ha fallado”, dice ONU Mujeres”. Y cada número con su nombre, como los de las 18 mujeres que perdieron la vida en octubre en el país, el último mes contabilizado. Se llamaban:
Karen Katiusca D.G (33 años) y su madre Ana Mercedes G. (56); Marilyn V.M.; Yorgelis María D. G. (16); Luciana M.M. (18); Yulianny Alexandra H.R. (11); una adolescente de 15 años (sin identificar); Yamileth A. (20); Geraldine de la Concepción M. (37); Ingrid A. R. (36): Nilcia Coromoto R. (42); Andrina del Carmen M. Q. (47); Cindy Carolina S.H.; Surma Eufracia G. (61); Franyelis Raquel V.R. (5); Daira Josefina B.A (49); Elena del Pilar M.M. (49); Emilis Anyerlin C.F.
Editorial de El Nacional