Las investigaciones sobre el atentado terrorista del pasado viernes en París no han hecho más que empezar, aunque a estas alturas se ha conseguido localizar el epicentro del ataque en Bélgica, y más concretamente en Bruselas y sus alrededores, ciudad donde residían algunos de los 8 terroristas suicidas que intervinieron en los ataques en diferentes puntos de la capital francesa, causando hasta la fecha 129 víctimas mortales y 352 heridos.
La semana pasada, unos días antes del ataque, Jan Jambon, Ministro de Interior belga, alertaba sobre el uso de la consola PS4 como medio de comunicación para los terroristas. “Playstation 4 es incluso más difícil de monitorizar que Whatsapp”, afirmaba en sus declaraciones.
Los juegos en red tienen como uno de sus atractivos la comunicación entre los jugadores, ya sea a través de chat o a través de la viva voz usando accesorios que integran micrófono y auriculares.
La red de comunicaciones de PlayStation 4, por ejemplo, es muy difícil de monitorear para los servicios de inteligencia, y es prácticamente imposible llevar un seguimiento de las conversaciones que puedan tener varios jugadores en el transcurso de una partida en red con la PS4.
Si en vez de estar hablando de lo bien que juegan, están planificando ataques o líneas de actuación, poco pueden hacer de momento los servicios de inteligencia.
Todavía desconocemos si los responsables de los atentados del pasado viernes utilizaron este medio para coordinarse, pero podría ser una posibilidad debido a lo difícil que son de vigilar estos entornos virtuales.
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