Terrazas del Ávila convive ahora con la represión

Terrazas del Ávila convive ahora con la represión

Terrazas del Ávila se convirtió en un nuevo foco de la represión y el enfrentamiento. La noche del jueves la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) atacó a los manifestantes de la urbanización con perdigones y bombas lacrimógenas entre las 7:00 p.m. y las 11:00 p.m.

 

Vecinos relatan que las personas de la zona y de las barriadas cercanas manifestaban en la redoma de entrada al sector. José Antonio García, presidente de la Asociación de Vecinos de Terrazas del Ávila (Asotea), asegura que solo portaban pancartas cuando fueron reprimidos ferozmente por la GNB. Otras personas que atribuyen la descarga de bombas a la colocación de una barricada en el acceso de esta urbanización a la Cota Mil. Pero el dirigente vecinal sostiene que dichos obstáculos fueron puestos después de que comenzara la descarga de los militares, en un momento en el cual los funcionarios se retiraron de la zona.

 

El lanzamiento de lacrimógenas fue un bombardeo total, según describe una habitante, madre de una niña de tres años que sufrió la contaminación del aire. La señora prácticamente perdió la voz. «Puse paños de agua en las rendijas de puertas y ventanas, encerré a la niña en el cuarto más lejano, pero no fue suficiente porque tengo ventanas de romanilla».

 

Los efectivos de la GNB entraron a la urbanización y de forma constante lanzaron bombas dentro de la misma, en espacios donde ni siquiera había personas manifestando. Fueron afectados de salud muchos vecinos que se encontraban ajenos a la protesta. Mientras, en las barriadas cercanas, inició un fuerte cacerolazo, interpretado como una condena a la represión oficial.

 

En la entrada de la urbanización los GNB lanzaron perdigones e hirieron a cinco personas. Una vez allí entraron a la sede de vigilancia de Asotea, decomisaron unas concertinas para una obra y se llevaron detenidos a tres vigilantes que estaban en sus puestos de trabajo. Todavía se desconoce qué cargos se les imputarán.

 

El alcalde Carlos Ocariz informó que los gases lacrimógenos disparados en los últimos días han afectado a vecinos de zonas cercanas como La Urbina y a los detenidos que duermen en Policía de Sucre.

 

Foto referencial

 

ELISA VÁSQUEZ |  EL UNIVERSAL

 

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