Una de las cosas que hacen aquellas parejas que están a punto de separarse pero aún tienen la esperanza de seguir juntos es acudir a sesiones de terapia de pareja. Pero, ¿te has preguntado alguna vez si realmente es efectiva?
Para saber un poco más, no dejes de leer el siguiente artículo que seguramente te despejará algunas dudas.
¿Cuál es el principal objetivo al concurrir a un terapeuta experto en parejas?
La principal función que cumple este tipo de profesionales es brindar asesoramiento a parejas que entraron en lo que llamaríamos una especie de declive, debido a que las discusiones por las cosas más triviales no tienen solución aparente.
Puede ocurrir también que acudan a este tipo de sesiones porque sienten que el amor y la tolerancia entre ambos se han ido acabando poco a poco.
En resumen, el principal objetivo que tiene el terapista de pareja es mantener la neutralidad frente a las diferentes dificultades que ambos presentan y dar un sentido a lo que está pasando, sobre todo si se debe a la falta de comunicación.
¿Qué ocurre cuando la pareja acude a la terapia?
Existe un parámetro que es tomado por todos los profesionales con respecto a la primera sesión y que les servirá de guía para saber cómo continuar en un futuro. Una de las preguntas que seguramente plantean es sobre la causa por la que la pareja acude a su consultorio. Si bien la frase «¿por qué vinieron aquí?» puede resultar un tanto obvia, es probable que haga que ambos miembros de la pareja se planteen el motivo por el que están allí y se les aclare un poco la mente.
Es factible que cuando acudas a las primeras sesiones, salgas con la mente despejada y con una nueva visión de las cosas.
Pero ¿realmente funciona?
Eso depende de cada persona, pues muchas parejas esperan resultados definitivos en la primera sesión (cosa que nunca ocurre porque los psicólogos no hacen magia). Laterapia de pareja dará resultado si ambos tienen la constancia de acudir siempre a las sesiones y toman en cuenta los consejos del terapeuta al pie de la letra.
No será muy efectiva si ambos o uno de los dos desconfían de la capacidad del profesional o discuten todas sus sugerencias diciendo que no sirven o que “este hombre/mujer no sabe nada”. Recuerden que “ese hombre” o «esa mujer» estudió muchos años para poder ayudar a personas con los mismos problemas y que obtuvo, en diferentes ocasiones, excelentes resultados.
iMujer