La epilepsia es una enfermedad neurológica que se caracteriza porque las personas que la sufren padecen de forma recurrente crisis que pueden ocasionar, entre otros, convulsiones y pérdidas de conocimiento. La Sociedad Española de Neurología (SEN) calcula que en España, aproximadamente 225.000 personas han tenido alguna crisis epiléptica en los últimos cinco años.
Esta enfermedad es uno de los trastornos neurológicos crónicos más prevalentes que pueden afectar a cualquier grupo de edad, aunque, según la SEN, tiene dos picos de incidencia: la primera y la séptima década de la vida.
Los epilépticos tienen que convivir con esta enfermedad y especialmente en la infancia y en la adolescencia la actividad física y el deporte juegan un papel muy importante en el día a día. ¿Significa entonces que, cuando una persona tiene epilepsia, no puede realizar deporte? “No”, responde tajantemente Francisco Javier López, coordinador del Grupo de Estudio de Epilepsia de la SEN. “En principio cualquier persona con epilepsia puede realizar todos los deportes, salvo algunos casos concretos”.
El especialista señala que además no es necesario que los pacientes tomen ninguna precaución especial antes de dedicar tiempo a la práctica deportiva. “Eso sí, es necesario descansar y dormir las horas adecuadas”, recomienda López, quien advierte que también es importante no hacer esfuerzos excesivos ni llegar al agotamiento.
Ejercicios para ser más precavido
Aunque en general los epilépticos no tienen restringidos ningunos deportes, López señala que hay que prestar especial cuidado en deportes como la natación o aquellos denominados de riesgo. Además, recuerda que históricamente se ha venido desaconsejando la práctica de deportes de contacto como el boxeo, que pueden implicar golpes en la cabeza. “No parece muy aconsejable en pacientes que tienen crisis epilépticas. Es de sentido común no hacerlos”, apostilla el coordinador del Grupo de Estudio de Epilepsia de la SEN.
Respecto a los motivos por los que cualquier persona con epilepsia debe ser más cuidadoso ante deportes como la natación, el experto especifica que si, por ejemplo, la natación no está supervisada y el paciente tiene una crisis o ésta se produce en momentos como escalando, el riesgo de accidente se multiplica.
“Es importante practicar deporte. Cuanto más, mejor. En el caso de los niños es importante que no se contraindiquen los deportes colectivos y no favorecer deportes en solitario, como el atletismo”, añade López. La razón es que los deportes colectivos ayudan a que los niños epilépticos no se aíslen los niños. “Que hagan deporte favorece que estén en contacto con otros niños, que cultiven las relaciones sociales y, en definitiva, que están mejor, ya que si uno tiene crisis y se queda en casa va a provocar aislamiento y retracción”, concluye el especialista, quien indica que en estos casos los padres deben explicarles bien a los profesores y los monitores que el niño tiene epilepsia para que sepan cómo actuar ante una crisis.
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Por Confirmado: MariGonz