Los republicanos tratan de obstaculizar por todos los medios la entrada en vigencia de la reforma sanitaria, que tendrá lugar mañana, mientras la percepción negativa de la opinión pública aumenta.
El 53% de la población rechaza la medida promovida por el presidente Barack Obama mientras un 42% la aprueba, la peor opinión de la sociedad estadounidense desde que se comenzó a debatir la ley.
A pesar del mayoritario rechazo, el 27% de ellos opina que los legisladores deberían hacer lo posible para que la medida funcione, mientras un 23% cree que los funcionarios deberían hacerla fracasar, según la más reciente encuesta de Pew Research Center.
Por su parte, el 64% del ala más conservadora, el Tea Party, opuestos a la ley, quieren elegir a funcionarios que ayuden a hacer fracasar la norma. En comparación, solo el 31% de los republicanos y electores con esta tendencia están de acuerdo con una postura radical.
El próximo año habrán elecciones legislativas, donde no se esperan importantes cambios en el Congreso, más allá de algunos escaños perdidos por los republicanos si la reforma migratoria no se aprueba, en distritos donde hay gran representación hispana.
Los republicanos prefieren que el Gobierno federal no se involucre en los programas, porque creen que es malo para el negocio de las aseguradoras, mientras los contribuyentes rechazan que el Estado subsidie el seguro para los más pobres, advierten los expertos.
Desinformación
Existe un desconocimiento generalizado en torno a la ley y el impacto que tendrá para los ciudadanos. Sólo el 51% de la población considera que los beneficios de la reforma estarán en funcionamiento en sus estados, mientras que un 49% cree que los ciudadanos de bajos ingresos podrán disfrutar de los subsidios federales y beneficios sanitarios.
El conocimiento sobre la ley y su aplicación es menor es aquellos estados (27 de 50) que se oponen a la aplicación de la reforma, precisamente donde los republicanos tienen el control legislativo y de las gobernaciones.
El 59% de los ciudadanos que viven en los estados con intercambios de salud basados en el intercambio con el Estado federal están en conocimiento de los beneficios de la ley, y sólo el 44% de habitantes de estados que no crearán sus propios intercambios conocen su utilidad.
Sin embargo, en aquellas zonas donde existan tropiezos legislativos para la aplicación del programa de intercambios y subsidios federales, la norma sanitaria estará a la disposición de los estados, aunque rechazan oficialmente la participación en el programa, explica Steffen Schmidt, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Iowa.
El 63% de las personas que aún no tienen seguro, planean adquirirlo en los próximos seis meses, un 26% estima que con la reforma se podrán adherir al sistema sanitario del Obamacare, mientras que un 32% no planea comprar ninguna cobertura sanitaria en los próximos seis meses.
Fuente EU