“La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo” dijo Platón. En meditación, la música es un elemento más a tomar que puede ayudarnos a alcanzar un estado de mayor conciencia y de paz interna. Es bien sabido que la música puede influir a nivel emocional y físico, aumentando el bienestar y la calidad de vida.
La mente humana genera miles de pensamientos que caminan con nosotros en nuestro día a día. Son estos pensamientos los que regulan, en cierto modo, nuestras decisiones y actos, nuestro estado de ánimo y nuestra forma de relacionarnos.
Por tanto, si nuestros pensamientos son positivos seremos personas más seguras de nosotros mismos, más optimistas y más receptivos a nuevos estímulos.
En meditación es importante acompañar los ejercicios con melodías que nos ayuden a enfocarnos más en lo que estamos haciendo en ese momento, por ello lo más recomendado es evitar aquellas músicas que nos distraigan, por ejemplo, canciones con letra.
Sonidos de la naturaleza: el sonido de la lluvia o del viento, el cantar de los pájaros, la fuerza del agua cayendo por una cascada… son sin duda un excelente acompañamiento para en meditación.
Música clásica: especialmente si predominan los instrumentos de cuerda. Es una de las opciones más recomendadas por aquellos que practican meditación de forma habitual.
Música instrumental: ¿Y si practicamos meditación con el sonido de gaitas? Lo más importante en meditación es conseguir crear una atmósfera que nos haga focalizar nuestra energía en relajar la mente.
Música New Age: está ganando adeptos entre los practicantes de meditación. Las armonías en este tipo de músicas suelen ser repetitivas para crear una sensación hipnótica.
El sonido alfa: El sonido alfa es un golpeteo de diez ciclos por segundo que, mediante un proceso de imitación lleva al cerebro a frecuencias cerebrales más bajas y estables, que facilitan la relajación y la práctica del control mental.
Ventajas de practicar meditación con música: Nos ayuda a crear la atmósfera meditativa adecuada para empezar a relajarnos y desvestirnos de todas las cosas negativas que hemos vivido durante el día. La música tiene propiedades terapéuticas y alivia el estrés. En meditación, la música modifica nuestro estado de ánimo, y por tanto facilita el bienestar de cuerpo y mente.
Informe 21
María L. Espinoza