Actualmente hay en el mercado muchas soluciones para poder mantenernos limpias con la menstruación. Sin embargo, los productos que suponen la alternativa más elegida por las usuarias continúan siendo los tampones y las toallitas femeninas, y precisamente hoy queremos hablarte de las ventajas y desventajas de unos y otros.
Ventajas de los tampones
Los tampones resultan mucho más cómodos para situaciones concretas, como la piscina o el mar en general. Al mismo tiempo, resultan mucho más higiénicos que las toallitas femeninas ya que la menstruación no acaba en nuestra ropa interior, sino que se recoge directamente en nuestra zona íntima. Además, son mucho más fáciles de llevar.
Quizás la dificultad de los tampones radique al principio de su uso, ya que en ocasiones nos encontramos con que no es fácil aprender a ponerlos. También están desaconsejados en los casos en los que se sufre un raro síndrome que hace que nos sintamos mal y que se provoquen reacciones alérgicas.
Ventajas de las toallitas íntimas
Las toallitas íntimas son, para muchas, la alternativa más simple de protección frente a la menstruación. Al fin y al cabo, hay solo que colocarla en la ropa interior. Esto y el hecho de que sabemos a ciencia cierta cuándo cambiarlas, son las principales ventajas de este método. Sin embargo, como desventaja está el hecho de que no suponen una adaptación a todas los tipos de ropa interior y que, en ocasiones, sobre todo de noche, pueden hacer que nos manchemos.
Seguramente cada mujer tenga sus preferencias ante elegir entre el uso de tampones y el uso de toallitas íntimas. La verdad es que, en muchos casos, sentirse cómoda con uno de ellos es suficiente como para no querer elegir el otro. ¿A ti te ocurre esto? ¿Utilizas siempre el mismo tipo de protector para la menstruación? Y por si todavía te quedan dudas, podrías echar un vistazo a este curioso artículo en el que explican si ¿Es malo usar tampones siempre?
Fuente: iMujer