Hace tiempo que Denisse Salazar ya no menstrua, pero tiene tres hijas, por lo que debe seguir comprando mensualmente varios paquetes de toallas sanitarias.
Anteriormente esta tarea no le ocasionaba molestias, sin embargo, durante este tiempo de escasez, adquirir este tipo de producto personal se ha convertido prácticamente en una odisea, aseguró.
“Presentí que a principios de este año escasearían y salí en noviembre del año pasado a abastecerme para evitar una preocupación”.
Salazar agregó que la marca de preferencia de sus hijas es Kótex, pero hoy día ya no pueden darse el lujo de escoger. Dijo que deben ponerse lo que encuentren, sea cual sea la marca y la calidad.
En retroceso
Oscarina Vargas calculó que el problema de escasez de toallas femeninas se agudizó hace seis meses. Dijo que cada vez que salía compraba uno o dos paquetes en los establecimientos donde los veía.
Al igual que otras mujeres, Vargas ha tenido que recurrir a distintos métodos en el momento en el que no cuenta con lo que, considera, es un producto necesario.