Aprende todo lo que necesitas saber sobre lo que ellas desean hacer y que les hagan después de tener un encuentro íntimo… ¡Pon atención!

Luego de tener relaciones sexuales, los hombres, por lo general, buscan dormir; pero ¿qué hay de las mujeres? Se cree que ellas lo único que quieren es ser abrazadas y charlar un rato, pero ¿cómo lo comprobamos? ¡Preguntando! Tal como lo hizo la web menshealth.es, que encuestó a mil mujeres para saber qué es lo que realmente quieren que suceda una vez que saciaron la pasión.

Los resultados fueron variados, pues cada encuestada expresó deseos diferentes, pero la mayoría de las respuestas fueron reveladoras verdades. Entonces, ¿quieres conocer lo que necesita una mujer después del sexo? Sigue leyendo.

Caricias

Lo más ansiado por las mujeres después del sexo es el contacto corporal y no tanto un abrazo, sino besos y caricias. Y es que después del sexo, el cerebro reparte oxitocina, la hormona del tacto.

Consejo

Concéntrate en la parte baja de la espalda, dando masajes suaves, así mejorarás el flujo sanguíneo en el área pélvica y la convencerás de que no te vas a marchar.

Segundo acto

Como las mujeres mantienen la excitación más tiempo que los hombres, lo que quiere es más de ti. Y está dispuesta a seguir con el acto inmediatamente.

Consejo

Coloca a tu mujer encima de ti, mientras estás sentado, para que así puedas darle los besos y el contacto que te pide.

Habla

¡Es verdad! Lo que más hace feliz a una mujer después del sexo es charlar, ya que es una forma de confirmar la intimidad con su pareja.

Consejo

Abrázala por detrás y susúrrale al oído; sentirá que le estás contando un secreto y se relajará.

Bebida caliente

Aunque suene extraño, el 6% de las mujeres encuestadas, dijeron que una bebida caliente después del sexo es lo que más se les antoja, y más si es preparada por su pareja.

Consejo

Prepara un té de manzanilla, porque le ayudará regular el suministro de la sangre en los órganos vitales, además de relajarla.

¡Adiós televisión!

Si eres de los que después del sexo quieren ver el televisor, tendrás que cambiar ese hábito porque a ninguna mujer le gusta, ya que para ella significa que te has desconectado del acto y distanciado de la experiencia. Claro, también funciona al revés.

Consejo

¡Saca la televisión de la recámara! Según un estudio, las parejas que no tienen televisión en la recámara tienen el doble de relaciones sexuales al mes.

Fuente: 10.com

De acuerdo con un estudio del Hospital Magalhaes Lemos en Porto, Portugal, revela que las mujeres pueden sufrir un orgasmo precoz y genera las mismas emociones que una eyaculación precoz en los hombres.

Para el estudio publicado en la revista Sexologies se realizó una encuesta a 510 mujeres sexualmente activas, con edades entre 18 y 45 años de edad, de las cuales 40% aceptó haber experimentado un orgasmo precoz, mientras que sólo el 3% lo consideraba como un problema crónico.

La falta de control sobre el orgasmo se experimenta muy temprano durante la relación íntima, lo que puede ocasionar incomodad personal y molestia en la pareja, asegura Serafim Carvalho, autor principal del estudio.

Angustia y desesperación, principales protagonistas

Cuando las mujeres experimentan orgasmos prematuros, con el tiempo se generan emociones que afectan su calidad de vida como la angustia y desesperación.

La psicologa y sexóloga Silvia Olmedo detalla que las posibles causas del orgasmo precoz son la hipersensibilidad en la zona genital, desajuste hormonal o del ciclo menstrual, y problemas vasculares.

Por ello, es importante acudir con un especialista y hablar abiertamente del tema para encontrar una solución y evitar que su vida íntima sea una tortura en lugar de placer.

Fuente: Sexualidad 180

Dejar de probar cosas nuevas con tu pareja en la sexualidad harán que la rutina de apodere de ustedes y termine con su relación.

No todas las mujeres tienen la misma capacidad, confianza, cómo le quieras llamar, de hacer todo lo que pase por su cabeza en lo que a la intimidad se refiere, sin embargo es importante que TODAS lo hagamos; por nosotras, para experimentar cosas nuevas y más placer y para llevar una buena relación, reforzando lazos con la pareja.

A continuación te presentamos las mejores posturas para que vayas perdiendo la pena.

Balanza

Tu chico se deberá sentar en una silla, colócate de espaldas a él y deja que te penetre de esta manera.

Déjalo acariciar tu espalda, abrazarte y decirte cosas sucias al oído; tú también podrás decirlas y como no lo estás viendo puede ser más fácil si eres tímida.

Alineación perfecta

Él estará recostado y tú encima, tras la penetración cierra las piernas y queden alineados.

Esta posiciones es perfecta si tienes problemas para alcanzar el orgasmo y te da pena que decirle que es lo que te gusta. Con la alineación perfecta se estimulan tus zonas erógenas y al llegar al orgasmo déjalo que te escuche gritar, gemir, o lo que sea para que comiencen a tener más confianza y ganas de experimentar nuevas cosas.

Carretilla

Recuéstate en la orilla de la cama boca abajo, él te agarrará de los muslos levantando tus piernas para penetrarte.

Esta posición también sirve para que él sienta mayor control y por lo tanto más confianza; además tu aprovecharás para decirle lo que quieres que te haga.

Silla

Después de que él se siente en una silla, colocare de frente; ambos tendrán las manos libres para acariciarse y verse a los ojos para lograr mayor conexión.

Libélula

Acuéstate de lado con las piernas extendidas mientras él se coloca detrás de ti; tras la penetración, mueve tu pierna hacia atrás y déjala en la cintura de tu chico.

Fuente: Veintitantos

¿Qué son?, ¿cómo se llega?, ¿cuántos tipos hay?, ¿cuántos pueden llegar a tenerse?, ¿tuve un orgasmo alguna vez?… cuestiones elementales para conocerse un poco más y conectar con lo que tanto buscamos: el placer.

Existe un momento, apenas, promedio, unos 10 segundos, en el que el cuerpo logra liberarse de una manera descontrolada. Es el resultado de la excitación sexual; el instante previo a la tensión muscular y a la congestión sanguínea en la zona pélvica y la conexión con el más allá. Imaginemos una pava calentándose en la hornalla. Así como cuando el agua alcanza la temperatura necesaria para hervir, el cuerpo llega al clímax ideal y encuentra el orgasmo. En ese momento, como con la precisión de un reloj suizo, cientos de descargas musculares que comienzan en la zona genital se conectan con el resto del cuerpo y marcan la hora. Es el gong del placer, la campana que anuncia la recompensa por la entrega. Es la cita más deseada con la plenitud.

Cada uno podrá definirlo acorde a su experiencia o sensación corporal y emocional. Aunque resulta difícil definirlo con palabras, encontrar la mejor definición tal vez puede ser un buen ejercicio para conocer algo más de lo que nos da placer o de lo que realmente buscamos. Estarán quienes creen saberlo todo, los que supongan tener una definición limitada o incompleta e, incluso, los que no sepan de qué estamos hablando. Por lo pronto, intentemos dejar la ansiedad y las exigencias de lado. Si hay una contraseña para develar los misterios del orgasmo, esa es: «relájate y goza». A la que, como segunda clave de acceso, deberíamos sumar: «Conócete a tí mismo». Hoy vamos a intentar hablar del orgasmo femenino (la semana que viene nos ocuparemos del hombre; aunque, claro está que esta nota requiere de la atención de ambos sexos).

En un principio algo anticipamos a propósito de ¿Qué es un orgasmo?. El resto dependerá de la búsqueda en la experiencia y la definición a la que llegue cada quien. La pregunta que sigue es: ¿Cómo se llega y cuántos tipos de orgasmos hay? Lo cierto es que hay sólo un tipo de orgasmo. Lo que existen son diversas maneras de alcanzarlo. Los distintos caminos dependen de la zona de estimulación que se prefiera: clítoris o «punto G» (una zona de tejido diferente al del resto de la mucosa vaginal. El clítoris no es sólo la parte externa visible, sino que sus raíces se prolongan hasta la entrada de la vagina detrás de los labios mayores y menores), los pezones, el monte de Venus, etc., etc. (los «etcétera» también los completa cada quien).

A diferencia de lo que muchos creen, el orgasmo no depende exclusivamente de la penetración (es más, el «orgasmo por coito» llega a causa de la fricción del miembro en la zona del clítoris o del tacto o la auto-estimulación en la zona mientras ocurre la penetración).

El orgasmo es tacto y contacto y, en algunos casos, sólo alcanza con la mente. En 1992, se confirmó a través de una medición en laboratorio que las mujeres pueden alcanzar el orgasmo con sólo concentrarse en alguna fantasía sexual preferida. A no deprimirse, aún son minoría las que llegan a semejantes extremos de creatividad.

Con lo expuesto hasta ahora, ya sea con el poder de la mente o del tacto por sobre las zonas erógenas, no es que se trate de promover exclusivamente la práctica de la autosatisfacción. Por el contrario. El encuentro implica y ofrece mucho más que el autoerotismo. El vínculo de «amor y placer responsable» (ese en el que se habla, se busca, se comparte.) permite alcanzar otros niveles o escalas de satisfacción. Claro está que cada quien hace lo que quiere y/o lo que puede; aunque siempre se invita a practicar la comunicación y a promover el encuentro como fuente de placer. Un buen orgasmo también necesita de besos, caricias, abrazos..

Hablando de contacto y calidad en el vínculo, la pregunta que seguiría es: ¿La mujer puede simular un orgasmo? Claro que sí. De hecho, este es uno de los recursos que forma parte de «las mentiras del sexo» . Si bien en muchos casos las alivia o las aleja de situaciones de presión o desgano, en definitiva, la continua simulación da cuenta de que algo de la vida sexual y afectiva no está funcionando como se necesita. El orgasmo es un derecho y no una obligación. Quien finge en forma reiterada es porque está negando su derecho, se está «esclavizando» y promoviendo futuros cuadros de anorgasmia (la imposibilidad de llegar al orgasmo, de lo que hemos hablado reiteradas veces al abordar los distintos trastornos sexuales ).

En la escala de supremacía, vendrá la pregunta casi obsesiva o exigente: ¿Cuántos orgasmos se recomiendan o se pueden tener? Ante todo es necesario recordar que así como cada quien es dueño de sus deseos y posibilidades, también se es dueño de los tiempos, estilos y cantidades. Cada mujer sabe cuántos y en qué circunstancias suele ocurrir la «bendita llegada». A diferencia del varón, algunas mujeres tienen la posibilidad de obtener múltiples producciones, tanta cantidad de orgasmos así como cuanto dure el juego. Si de algo hay que estar seguro es que, como suele decirse en tantos otros órdenes de la vida, la cantidad no hace a la calidad o la intensidad del placer al que se pueda llegar.

Y en materia de encuentros y de preguntas perfeccionistas, estarán quienes quieran saber: ¿Cómo lograr el orgasmo simultáneo, cómo llegar juntos al momento de máximo placer? No es condición fundamental ni habla mejor o peor de cada pareja. Seguramente, si hay entrega, comunicación y búsqueda responsable y creativa, todo puede ocurrir. Para las mujeres que creen no haber llegado al orgasmo o padecen de este trastorno, demás está la saludable y fundamental sugerencia de hablar ante todo con sus parejas y consultar al profesional responsable. La semana que viene, hablamos del orgasmo masculino.

Fuente: Agencias

Con frecuencia hemos oído hablar sobre el mítico punto G de la mujer. Hay personas que piensan que no existe, otras simplemente no saben en dónde ubicarlo y algunas que desconocen su función. Pues bien, el punto G sí existe y a continuación te enseñaremos en dónde se encuentra.

El punto G o de Grafenberg está a unos pocos centímetros de la entrada de la vagina. Si nos ponemos en la tarea de encontrarlo, lo podemos hacer con suficiente lubricación vaginal, ya que la introducción del dedo en la vagina nos puede causar molestia o dolor. Sentadas, ubicando la palma de la mano hacia arriba, podremos encontrarlo con nuestro dedo a unos 5 centímetros de la pared anterior de la vagina. Puede ser de gran ayuda que una vez introducido tu dedo índice en la vagina, hagas señas como si estuvieras llamando a alguien; presionando fuerte y por esos lugares probablemente lo encuentres. Sin embargo, si no estás excitada, es posible que no lo sientas debido a que éste punto aparece con la excitación.

Es considerado como uno de los más placenteros de la fisiología femenina, pero no hay que olvidar que la gran mayoría de los puntos del cuerpo son placenteros. Para muchas mujeres la parte más sensible de la vagina se encuentra en las paredes de entrada; otras sienten más placer cuando el pene roza un lado del cuello del útero, mientras que algunas definitivamente se inclinan por la estimulación del clítoris. Por fortuna, todas éstas prácticas se pueden hacer simultáneamente, lo que nos da la ventaja de disfrutar de nuestros puntos al máximo.

Si quieres vivir ésta experiencia con tu pareja, hay varias posturas que pueden ser favorables para el estímulo del punto.

• Antes de comenzar la búsqueda, puedes aprovechar para auto-estimularte. Al principio puede que sientas ganas de orinar, por lo que es aconsejable entrar al baño antes. Las primeras prácticas pueden resultar poco placenteras, pero si eres constante, acabarás por disfrutarlo al lograr la ubicación del punto G.

• Una de ellas es la posición del perrito, aunque lo más aconsejable es que tú misma guíes a tu pareja en la medida en que vayas encontrando las sensaciones de placer. La postura del misionero, ubicándote encima de él, también es efectiva ya que tú llevas el movimiento rítmico que necesitas para lograr el estímulo adecuado. Una vez arriba, puedes pegar el pecho al de tu compañero o por el contrario echar el torso un poco hacia atrás, con el fin de encontrar la postura que más te acerque al placer.

• Si antes de comenzar quieres que tu compañero te ayude a localizar el punto G, debes guiarlo para que te estimule correctamente, debido que para ellos no es un trabajo sencillo saber exactamente cuál es el punto con el simple tacto; la única pista que podrían tener, es que es un poco rugoso y alargado a diferencia del resto del interior de la vagina. Quizá otra pista que puede ser útil es que se hace más grande a medida que aumenta la excitación. En todo caso, a ellos siempre les vendrá bien un poco de ayuda. Este ejercicio también favorece la comunicación abierta y desinhibida con nuestra pareja y promueve el acercamiento y la confianza.

• Hay otro dato interesante acerca de la estimulación del punto G y es la posibilidad de que se produzca la controvertida “eyaculación femenina”. Se trata de la expulsión de un líquido casi transparente que se experimenta en el momento del orgasmo. Según los resultados de los estudios que se han realizado sobre éste líquido, se ha determinado que sus componentes son muy parecidos al semen del hombre, aunque su apariencia puede ser más bien parecida a la orina y producir la misma sensación que tenemos al orinar. Algunas veces es casi imperceptible y la cantidad de líquido varía en cada mujer. Por eso es importante que tu pareja sepa que al estimular el punto G se puede producir una eyaculación femenina y que la cantidad de flujo o líquido expulsado por la vagina, seguramente es mayor al usual en el momento del orgasmo.

El punto G de ellos

Aunque menos conocido que el punto G de la mujer, existe el punto G del hombre ubicado en la próstata. Podemos encontrarlo en el ano a unos pocos centímetros de la entrada en dirección al pene. Si introducimos aproximadamente media falange de nuestro dedo índice, podremos sentirlo en forma de pequeño bulto.

Al igual que en las mujeres, el orgasmo producido por la estimulación de éste punto suele ser muy placentero. Si existe resistencia por parte de tu pareja para practicar ésta técnica de placer, es importante respetarlo, pero también puedes lograr que él ceda, si le ayudas a entender que esto nada tiene que ver con la homosexualidad. Ocurre en la mayoría de los casos por razones de prejuicios, por eso sugiérele que no lo descarte sin haberlo intentado.

Introducir nuevas prácticas a la vida de pareja y mantener una constante exploración en el campo de la sexualidad, no solamente mantiene vivo el deseo y la continuidad, sino que abre las puertas a nuevas posibilidades para descubrir los alcances del placer y del goce. Por ejemplo, en el caso del punto G, ésta puede ser una alternativa efectiva para aquellas mujeres a las que se les dificulta llegar al orgasmo con los métodos tradicionales. Descubrir el punto G y aprender a estimularlo, puede marcar una gran diferencia en la visión y en la experiencia de la sexualidad.

Fuente: Agencias

Para los hombres, el sexo es como la pizza: aún cuando es malo, sigue siendo bueno, ¿nos entiendes?

Tips

1. Justo cuando él esté llegando al clímax, tensa y relaja tus músculos vaginasles, junto con tus muslos. Exprímelo y haz que viva un orgasmo verdaderamente intenso.

2. Haz del sexo oral una imagen de película porno. ¿Cómo? Fácil, déjalo que vea -con vista panorámica- como lo haces: tu en la cama y boca arriba, el de pie… ¡Te amará!

3. Móntalo con ritmo, pon tus manos en la pared y sosténte para mover la cadera en círculos, pon un poco de música que te ayude con el ritmo y verás que cada vez que él escuche esa canción… se acordará.

4. Invierte media hora en el pre, en calentarlo, darle un masaje, chuparlo, morderlo, en darle vino boca a boca, susurrarle cosas sucias, ¡hacerlo sudar!

5. Tapa sus ojos, cubre los tuyos también y tengan sexo así. Todos tus sentidos (sobre todo el del tacto) se exponenciarán y lo tendrás rogando por este juego cada semana.

Estás en forma y eres fuerte, y a la hora de acostarte con tu chica crees que debes demostrar esa rudeza de la forma más rápida y eficaz, “justo como a ella le gusta”. La cuestión es que esa no es para nada la manera en que ella disfruta de verdad el sexo.

Así que, sé paciente y comienza a entender algo que las mujeres han entendido desde el comienzo de los tiempos: el sexo lento es el mejor.

Factores sobre ellas que debes tomar en cuenta

1. Solo porque una mujer esté lubricando no quiere decir que está muy cerca del orgasmo. Una buena manera de calcular sus tiempos de placer es: piensa en los minutos que crees que necesita y duplícalos. Si ella está “lista” antes, tú lo sabrás.

2. La sincronización está sobrevalorada. Para ellas, el problema no es exactamente cuándo llegarán al orgasmo, mientras lleguen en algún momento. Mientras más la estimules y te tomes el tiempo para hacerlo lenta, pero intensamente, más será el goce que ella sentirá.

3. El sexo debe ser relajante… y divertido. Ella necesita tener esa ‘pausa’ de placer tanto como la necesitas tú. Después de un día de trabajo, de resolver problemas y enfrentar las responsabilidades cotidianas, ¿realmente quieres pasar ese momento tan rápido? En este tipo de juegos, acelerarse elimina toda la diversión.

Factores sobre ti mismo que debes tomar en cuenta

1. Los hombres necesitamos más tiempo para recuperarnos después del sexo (y para enfrentar el ‘segundo round’). Esa fase de recuperación se denomina el período refractario y no hay mucho que puedas hacer para acelerarlo o pasarlo por alto. Por lo tanto, si no te lo tomas con calma y acabas todo muy rápido, ese será el final del capítulo.

2. El sexo es un analgésico natural. Según la doctora Annie Sprinkle, (exestrella porno y prostituta ahora dedicada a la educación sexual), el sexo promueve la producción de pequeñas moléculas llamadas neuropéptidos, cuyos efectos sobre el organismo incluye la disminución de malestares y dolores. Dedicarle tiempo al sexo es, por consiguiente, asegurar una vida con menos dolores físicos.

3. Dos palabras: orgasmos intensos. Mientras más lento te tomes las cosas (siempre con intensidad), y sean más las veces en que te acerques al límite sin llegar a cruzarlo, más poderosa será la sensación de clímax para ambos cuando finalicen.

Fuente: UnTipoSerio

Estos tips pueden ayudar a que tu hombre controle más facilmente su orgasmo y la eyaculación precoz, lo que hará que tú también puedas conseguir más placer y, por qué no, más orgasmos.

Estar arriba

Bien dice que las mujeres van arriba, ya que si el hombre quiere controlar el orgasmo debe estar abajo ¿por qué? Cuando el hombre está arriba presiona con su peso su pene y su cuerpo se mantiene tenso, para él, la relación es más placentera y hace que termine más rápido, es justamente lo que no queremos.

Ayúdalo a relajarse

¿Sabías que la tensión en sus piernas y las pompas hace más rápido su orgasmo? Mientras te penetra, procura acariciar sus piernas y trasero para que se relaje y hablale al oído para que se relaje y dure más tiempo.

Usar condón

No sólo te ayuda a evitar embarazos no deseados y a prevenir enfermedades de transmisión sexual, también ayuda a prolongar el tiempo de la relación sexual ya que el roce de sus movimientos contra tu vagina son menores. Aunque te digan que no se siente igual, puedes decirle que con eso será un tigre en la cama por más tiempo y como plus, no cambiará pañales por ahora.

Dile que vaya al baño

Pocas mujeres saben que la vejiga en el hombre está ubicada justamente debajo de la próstata, la cual se encarga de disparar la eyaculación. Si su vejiga está llena, presionará su próstata y hará que su orgasmo sea más rápido, así que como los niños: mándalo al baño antes de salir a jugar.

Respiren, sólo respiren

Existe una antigua técnica de yoga llamada «respiración ujjayi», una respiración por la nariz más lenta y calmada. Primero, abre la boca y respira mediante ella, mientras haces eso, haz el sonido de la “J”, deberías sentir el sonido viniendo por detrás de tu boca. Ahora cierra tu boca y respira a través de tu nariz pero siempre manteniendo el mismo sonido de la “J”. El sonido debería ser originado en tu garganta. Para durar en el sexo, practiquen juntos este tipo de respiración ya que al hacer este sonido, la base de su garganta se cerrará parcialmente y forzará a que su respiración sea más lenta y mucho más profunda.

Fuente: S180

Los juegos previos son fundamentales para un encuentro sexual altamente placentero, pues aunque el sexo rápido pueda resultar placentero de vez en cuando, para ambos es importante contar con un período de exploración y excitación previo antes del coito. Pero muchas personas se preguntan acerca de cuánto deben durar los juegos previos para que sean placenteros y ayuden a crear un ambiente excitante para la pareja. Respondiendo a esa duda, aquí te explicamos más acerca de este interesante tema.

Instrucciones

Está claro que cada pareja, una vez que se encuentran sexualemente compenetrados, encontrarán sus tiempos para conseguir encuentros sexuales placenteros. También es cierto que, dependiendo del tipo de encuentro sexual, el tiempo para los juegos previos dependerá directamente de si se trata de un encuentro veloz o de si el reloj está a nuestro favor.

A pesar de todos estos factores, la ciencia se ha encargado de estudiar cuánto deben durar los juegos previos para que ambos disfruten. El estudio fue encargado por Durex Experiment y dirigido por el científico Brendan Walker.

En esta investigación se estudiaron a 24 parejas de varios países, monitoreando su ritmo cardíaco para registrar la excitación y el placer sexual obtenido durante los juegos previos. El resultado que arrojaron las investigaciones es que, para que los juegos previos influyan de forma positiva en el encuentro sexual, deben durar entre 15 y 30 minutos.

La investigación reveló además la importancia de las caricias durante el encuentro sexual para estrechar lazos y aumentar el placer en la pareja. Walker afirma que la idea del estudio es buscar que las parejas mejoren sus relaciones sexuales, aumentando el placer y haciendo crecer también su autoestima sexual.

Sin embargo, estudios anteriores publicados por el Journal of Sexual Medicine revelan que con tal solo 7 minutos de juegos previos se puede conseguir un encuentro sexual exitoso.

Independientemente de las diferencias en las cifras, lo que queda claro con estas investigaciones es que los juegos previos son de suma importancia para la pareja, ayudando no solo a aumentar la excitación sino también a hacer mucho más fácil alcanzar el clímax, especialmente para las mujeres.

Si deseas leer más artículos parecidos a cuánto deben durar los juegos previos , te recomendamos que entres en nuestra categoría de Sexo y besos.

Fuente: Relaciones.uncomo

Para los hombres, la piel es sin discusión el mejor afrodisíaco. Las morenas, las rubias o las pelirrojas no tienen el mismo perfume de piel, ¡basta con oírlos hablar! Gracias a su aroma de pimienta, las morenas excitan la curiosidad. Las rubias evocan el heno fresco en el polvo veraniego. En cuanto a las pelirrojas, liberan connotacioens salvajes, animales.

Por supuesto, los aromas naturales pueden ser sublimados por el perfume. Envolverse en un aura sensual, como una llamada al amor, puede generar muchas fantasías. Practicar el libertinaje olfativo no se improvisa, aseguran los expertos.

La lascivia de los orientales

Esos perfumes inspirados del calor y la suavidad de un abrigo de pieles, con notas dominantes dulces e invasoras, nos traen a la mente los olores de Oriente. Y con ellos un millón de promesas de voluptuosidad. “Vainilla, especias, pachuli, incienso y mirra dejan a su paso un rastro de seducción” sostiene Béatrice Boissiere, autora de Plaisir de parfum («Placer de perfume»).

La condición, claro está, es asumir la fuerte carga erótica que viene incluida. Su mejor representación es Shalimar, la quintaesencia de la femineidad. El secreto reside en la forma en que uno se apropia de la fragancia, lo cual revela un acuerdo que da lugar a los escarceos amorosos…

El olor salvaje del cuero

Una mezcla que nace en el siglo XIX, cuando los soldados rusos enceraban sus botas con un ingrediente extraído de la madera de abedul. Una mezcla poderosa, con una fuerte impronta de virilidad.

Utilizar esta esencia más ‘masculina´ para una mujer puede revelarse como fuertemente afrodisiaco para los dos. El amor es un juego. En la provocación de los sentidos, la iniciación olfativa puede convertirse en un preludio del placer. No dudéis en intercambiar las fragancias.

El misterio de los chipres

Los chipres no tienen nada que ver con la isla del mismo nombre, sino más bien con complejos universos que nos recuerdan los bosques en otoño, con una gran impronta de misterio. Basados principalmente en mezclas de bergamota y con un corazón floral de rosa y jazmín, los chipres intrigan.

Menos lascivo que un oriental, un perfume chipre invita a un erotismo picante, que suscita la curiosidad. Una fragancia encantadora de cierta forma que conduce a la innovación olfativa y erótica.

El efecto ‘Lolita’ de las notas más dulces

Algunos olores conectados a la memoria de la infancia suscitan adicción desde el primer momento. El caramelo, la vainilla, el chocolate o el regaliz nos transportan al despertar del deseo juvenil, a un candor que puede hacer que más de uno se derrita.

Utilizar este tipo de fragancias lleva a sumergirse en un ritual íntimo, con acentos de inocencia y cargado de erotismo. Una fragancia que habla por ti y deja entrever que nada te gustaría más que someterlo a tus caprichos. Dulces y golosos, estos perfumes visten el cuerpo, convocan al deseo y habitan la memoria. No se olvidarán fácilmente de ti.

Inhalar a tu pareja

Más allá de las estelas y sus efectos, el libertinaje olfativo puede concebirse como un juego erótico. “Para una sexualidad más distendida, yo sugiero a la gente que huela a su pareja” propone el sexólogo Gérard Leleu.

Inspira a tu chico, olfatea su piel, el hueco del cuello, el calor de las manos, sus cabellos, como si fuera un ramo de flores o un vaso de vino. Respíralo, estremécete, reinventa los preludios como una forma de libertinaje olfativo, como un retorno a las fuentes de la animalidad, al poder de evocación del cuerpo y a sus pulsiones.

¿Qué perfume usas?

Fuente: Veintitantos