El féretro del expresidente estadounidense Jimmy Carter llegará a Washington el martes para tres días de honras fúnebres que comenzarán con su velatorio en el Capitolio de Estados Unidos antes del funeral en la Catedral Nacional el jueves.
El demócrata sureño y ganador del Premio Nobel de la Paz fue el expresidente más longevo en la historia de Estados Unidos.
Carter permanecerá en capilla ardiente en el salón de la cúpula del Capitolio – como otros mandatarios antes que él -, desde la tarde noche del martes hasta la mañana del jueves, cuando se celebrará un acto de recordación a la larga vida y obra del veterano político, que murió en su natal Plains, Georgia, a los 100 años.
El país guardará luto oficial el jueves, decretado por el actual presidente Joe Biden, quien estará encargado de pronunciar una elegía durante la ceremonia, por celebrarse en la Catedral Nacional en Washington a las 10:00 am de ese día. Todos los mandatarios estadounidenses vivos asistirán al servicio.Biden también firmó un proyecto de ley para nombrar una instalación del Servicio Postal de Estados Unidos en Plains en honor a Jimmy Carter y su esposa Rosalynn Carter. Las banderas permanecerán a media asta por unas dos semanas más en todo el país y dependencias oficiales estadounidenses en el extranjero.
Cuando terminen los homenajes públicos en Washington, la familia Carter regresará a Plains para dar el último adiós a su patriarca el viernes después de un funeral privado en su ciudad natal en la Iglesia Bautista Maranatha, donde Carter, un devoto evangélico, enseñó en la Escuela Dominical durante décadas.
Carter será enterrado después en un servicio privado junto a la tumba de su esposa Rosalynn, en un terreno visible desde el porche delantero de la que fue su casa.
Quien fue el presidente número 39 de Estados Unidos y ganador del Premio Nobel de la Paz en 2002, «murió pacíficamente el domingo 29 de diciembre en su casa de Plains, Georgia, rodeado de su familia».
Jimmy Carter lideró EEUU entre enero de 1977 y enero de 1981. Tras vivir una larga vida, la mayoría junto a su esposa, la exprimera dama Rosalynn Carter; pasó sus últimos meses en cuidados paliativos por su deteriorada salud tras sobrevivir a un cáncer.
Durante su carrera dentro y fuera de la Casa Blanca, Carter puso énfasis en la lucha por los derechos humanos, los valores democráticos, la proliferación nuclear y la pobreza global. Al momento de su muerte, a los 100 años, mantenía el récord del expresidente más longevo de la historia de Estados Unidos.
Tras el anuncio de su deceso, varios líderes estadounidenses y mundiales reaccionaron enviando mensajes de condolencias y homenaje a la vida y obra del exmandatario.
