Caracas, 10 nov (EFE).- El opositor venezolano Henrique Capriles denunció este domingo un «desprecio» por parte del Gobierno a los pensionistas y trabajadores públicos, al mantener congelados la pensión y el salario mínimo -pagados en bolívares- desde hace «970 días», pese a la devaluación de la moneda frente al dólar.
Se trata, sostuvo, de la «máxima demostración de desprecio a pensionados y trabajadores» del país, donde tanto la pensión como el salario mínimo -referencia para el resto de remuneraciones en el sector público-, ambos en 130 bolívares desde marzo de 2022, equivalen hoy a 2,9 dólares mensuales, según la tasa oficial.
«¿Se puede estar mejor? Se puede. Voluntad política es lo que hace falta. El país lo necesita», expresó en X el exgobernador, quien exigió que se decrete «ya» una mejora en estos ingresos.
El pasado viernes, el también dos veces candidato presidencial urgió al Gobierno a usar recursos obtenidos a través de las exportaciones petroleras para «aliviar el impacto sobre el ingreso familiar».
En ese sentido, aseguró que el Estado tiene la capacidad de pagar un bono equivalente a 100 dólares para pensionados y trabajadores públicos.
Según economistas, las autoridades usan ingresos petroleros para inyectar el mercado nacional de divisas, con el fin de controlar la tasa de cambio y, por tanto, los precios, como parte de la política antiinflacionaria que -aseguran- contempla también congelar salarios y limitar la capacidad de la banca para otorgar créditos.
Sin embargo, la moneda nacional, tras meses estable, ha vuelto a registrar continuas devaluaciones a partir de octubre, desde cuando ha perdido un 17,4 % de su valor frente al dólar estadounidense -usado como referencia en el país para cotizar bienes y servicios-, cuya cotización pasó de 36,91 bolívares a 44,7 en el mercado oficial, un alza del 21 %. EFE