La interminable novela de la crisis vinotinto sumó ayer otro nuevo capítulo. Noel Sanvicente, entrenador nacional, se apuntó, en plan pacificador, a la moda de las cartas abiertas, dirigiendo una misiva a los “jugadores, dirigentes y a la opinión pública”. La misma llegó como respuesta inmediata al comunicado difundido por 15 futbolistas nacionales en el que, en resumidas cuentas, exigen la renuncia del tren dirigencial de la Federación Venezolana de Fútbol y expresan su “desilusión” por la “falta de apoyo” del cuerpo técnico patrio.
El estratega guayanés, muy distante de la postura altiva que exhibió tras la derrota ante Ecuador, cuando no admitió interrogantes de la prensa, tras emitir un discurso inquisitivo, empeorado con claros ademanes de impotencia y frustración, adoptó esta vez una actitud conciliadora en aras de juntar las piezas de la ya muy maltrecha selección nacional.
“Les pido disculpas a mis jugadores si en algún momento han sentido falta de apoyo (…) Con ellos he contado y con ellos espero seguir contando para generar el cambio que tanto deseamos”, señaló Sanvicente en la citada carta, difundida a primera hora de este martes. “Ni yo ni mi cuerpo técnico hemos dudado un instante del amor de mis futbolistas por la camiseta vinotinto”, agrega el guayanés en las líneas siguientes.
«El Pacificador»
En ausencia de los resultados positivos en lo deportivo, son los embrollos internos los que acaparan toda la atención del actual ciclo. Tan enredado está el escenario que ni el “abogado del diablo” se entregaría a la misión de demostrar la “inocencia” de cualquiera de las partes involucradas en el conflicto: jugadores, CT y FVF.
En vista de ello, “Chita” dio un paso hacia el frente, desplegando una estrategia inteligente en la que no toma partido por ninguno de los entes enemistados y se pone, de una vez por todas, la piel de cordero que había despreciado en semanas anteriores, cuando llegó a decir que él era el “Rey de los regalos”.
“El camino es la conciliación, acercar posturas, generar unión; el país nos reclama para luchar por una causa mayor que es nuestra selección, y si para eso es necesario tomar decisiones, la tomaremos”, tiró el DT en una comunicación extensa por demás (cuatro cuartillas), en la que antes de ir al grano con respecto a la crispación entre directiva y jugadores, se enfoca en exponer su visión del vilipendiado balompié nacional y en hacer alarde de sus logros precedentes.
Recién en la parte final de la comunicación, se rescatan las luces que podrían destrabar el conflicto. “Deseo ser el primer mediador en esta situación y conseguir que jugadores, cuerpo técnico y dirigentes nos unamos en pos de ese gran objetivo que es el éxito de nuestra Vinotinto”, propone Sanvicente. Y repara, acto seguido, en una resolución que se pensó como la más lógica tras los tropiezos consuetudinarios en el Premundial: “Si mi salida contribuye a que cesen las diferencias, daré un paso al costado”. El tema es que la ansiada declaración surge a destiempo, aunque luce casi imposible que el de San Félix pueda aglutinar a un grupo que no parece estar de su lado.
Laureano «Pilato»
Pero si Noel Sanvicente se vistió de pacificador, Laureano González, presidente de la FVF, tensó la cuerda de nueva cuenta, solo unas horas después, confirmando la teoría de que la actual federación es inmune a cualquier escándalo y que las pataletas de un núcleo de futbolistas amotinados, por mucho prestigio y presencias internacionales que sumen entre sí, no le hace ni cosquillas.
“No hemos recibido ninguna carta, ni ninguna comunicación de los jugadores de la Vinotinto. Nosotros estamos trabajando en la planificación de los partidos amistosos y los de las Eliminatorias del año que viene con el profesor Noel Sanvicente”, habría declarado sorprendentemente González al diario El Nacional.
Se pudo conocer de forma extraoficial que los jugadores decidieron callar por un día más. Hoy se estrenaría una nueva entrega de este cuento vinotinto de novela.
Fuente: La verdad
