El Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) que han demandado diferentes organizaciones conformadas por venezolanos en los Estados Unidos tuvo un primer “voto de respaldo” en el Comité Judicial de la Cámara baja, a través de una iniciativa bipartidista que apenas comienza su recorrido en el Congreso federal.
Este amparo migratorio sería una “panacea” para los miles de nacionales de ese país sudamericano que han llegado a EEUU a raíz de la crisis humanitaria provocada por el chavismo. Así lo ven los congresistas Mario Díaz-Balart y Darren Soto, autores del proyecto de ley que ahora se dirige al pleno de la Cámara Baja para ser votado.
El senador Marco Rubio, quien también ha sido un defensor de la necesidad de ayudar al pueblo venezolano, sostuvo que “la crisis de Venezuela es un tema de preocupación bipartidista en el Congreso”, y se declaró complacido por el avance de este “proyecto de ley que promulga legislación que copatrociné en el Senado”.
Por su parte, la abogada de inmigración de origen venezolano María Trina Burgos dijo que esta propuesta sería “mucho más inclusiva si se aprueba para todos los que estén en Estados Unidos, sin importar cuándo hayan llegado”, mientras que Helene Villalonga, presidente de la Asociación de Madres y Mujeres Venezolanas en el Exilio (AMAVEX) cree que un “alivio temporal” como el propuesto “no es suficiente”.
El TPS es un programa que data de 1990 con el que EEUU concede permisos de forma extraordinaria a los nacionales de países afectados por conflictos bélicos o desastres naturales. El Gobierno del presidente Trump, en cumplimiento de una resolución judicial, extendió hasta enero de 2020 el TPS para los beneficiarios de El Salvador, Nicaragua, Haití y Sudán.
“Es nuestro deber moral”
De acuerdo con Díaz-Balart, “con la aprobación de este proyecto de ley en el Comité, reconocemos la lucha de los venezolanos y seguimos trabajando para ayudarles”.
Y añade: “El mundo entero sigue siendo testigo del descaro absoluto de Maduro al ignorar los derechos humanos, cometer arrestos arbitrarios, censurar a los medios, encarcelar a la oposición y al usar fuerza letal en contra de protestas pacíficas”.
Pero también opina que “es nuestro deber moral ayudarles a quienes escapan de ese terror”.
De hecho, el TPS es un beneficio migratorio que permitiría trabajar y vivir legalmente en el país a miles de venezolanos y, desde la óptica de este legislador republicano, sería la demostración de que EEUU apoya una “transición democrática” en Venezuela.
Soto, coautor de ley, estimó que “la grave crisis humanitaria en Venezuela bajo la tiranía de Maduro está forzando a millones de personas al exilio” y acotó que “contando solamente los venezolanos en Florida, hay cientos de miles de solicitantes de asilo político que enfrentan persecución o amenazas de muerte, si vuelven a su país”.
La propuesta legislativa, que fue presentada en enero pasado con el respaldo de una amplia presencia de migrantes venezolanos, si es aprobada por las dos Cámaras del Congreso de los Estados Unidos, luego pasaría a la firma del presidente Trump, que ha mostrado interés en la crisis que golpea a ese país sudamericano.
Esta iniciativa de TPS para Venezuela está copatrocinada por un grupo bipartidista de 30 representantes. Por la Florida destacan los congresistas Kathy Castor, Charlie Crist, Theodore Deutch, Alcee Hastings, Debbie Mucarsel-Powell, Stephanie Murphy, Donna Shalala y Debbie Wasserman Schultz, además de los dos autores de la propuesta.
“Un gran avance”
De otra parte, la abogada María Trina Burgos valoró como un “avance muy importante” que los venezolanos tengan un TPS porque —recalcó— “así tendrán una posibilidad de quedarse; ya no los podrán tocar las autoridades migratorias y tampoco serán deportados, que es lo que muchos no quieren”.
En cuanto a la fecha a partir de la que un beneficiario tendría derecho a ese alivio temporal, si es aprobado finalmente, la letrada señaló que “en algunos casos les ponen un periodo que puede ser retroactivo, como algunos que les han dado a centroamericanos”.
Burgos aseguró que “lastimosamente el número de venezolanos queriendo llegar y quedarse en Estados Unidos por la situación de nuestro país no ha bajado” y se refirió al ingreso de migrantes de esa nacionalidad a través de la frontera con México como “algo que nunca se había visto como ahora”.
“Necesitamos más”
El pensamiento de la activista venezolana Helene Villalonga está en contravía de quienes consideran relevante la aprobación de un TPS para sus connacionales. “Yo entiendo que esto puede ser visto como un avance, pero no es suficiente. Todavía falta mucho más porque la crisis de nuestro país es un fenómeno realmente grave”, recalcó.
Por lo tanto, Villalonga propuso “seguir insistiendo ante nuestros senadores y representantes” para lograr una “legislación más amplia”, que permita el otorgamiento de “residencias permanentes”, como la presentada en su momento por el representante federal por la Florida, Carlos Curbelo, en cuya promoción estuvo vinculada la activista.
Diario Las Américas