Internet tiene una capacidad infinita para convertir una tendencia en viral. Es lo que está sucediendo con Swatting, la nueva moda de YouTube que no debes seguir. Igual que en anteriores ocasiones, los retos eran en tono divertido y graciosos, parece que este tipo de juegos empieza a quedarse corto y los internautas demandan más y más adrenalina. Hasta el punto de que una moda viral como Swatting está provocando muertes. Como estás leyendo.
La plataforma está teniendo un estreno de año complicado. 2018 lo ha empezado respondiendo al polémico vídeo de Jogan Paul, donde adelantaba que habría consecuencias negativas. Así ha sido: YouTube decidía cancelar los proyectos que tenía en marcha con el youtuber californiano, entre los que se encontraba una película. Por si esto fuera poco, hace unos días se abría otro frente al que contestaba borrando los vídeos del reto de comer detergente, una nueva moda que había llegado a convertirse en un problema de salud pública. Ahora, Swatting, la última broma entre youtubers se ha saldado con la primera muerte.
Youtubers y gamers están participando en este nuevo juego. Swatting, la nueva moda viral, consiste en que mientras estás sentado frente a tu ordenador retransmitiendo a tiempo real una partida de un juego online en tu canal de YouTube, empiezas a escuchar ruidos en tu casa y aparece la Policía para detenerte. Tranquilo, has sido víctima de esta nueva tendencia.
Mediante una llamada a los cuerpos de emergencia de la ciudad, se les avisa de que se está produciendo un grave incidente en el domicilio de un youtuber o un gamer que se encuentra retransmitiendo un vídeo en tiempo real. La alarma hace que los agentes se personen en el lugar de los hechos para arrestrar al culpable. Además de un aviso falso, ha provocado la primera muerte.
El pasado mes de diciembre, el usuario Tyler Barriss, de 25 años, amenazó con gastarle esta broma a otro jugador, quien dio la dirección de un joven llamado Andrew Finch. El joven de 28 se encontraba en su domicilio junto con su familia cuando se personaron los agentes alertados de un aviso de homicidio y toma de rehenes, abriendo fuego y provocando su muerte. Los profesionales alegan que cuando el joven abrió la puerta de la vivienda, se llevó las manos a la cintura, lo que les hizo sospechar de malas intenciones.
Por su parte, Barris ha lamentado a través de un mensaje colgado en su cuenta de Twitter que «era una broma que ha terminado mal». También ha aprovechado para disculparse y para alegar que él no es responsable de la muerte de Finch, puesto que no ha disparado ningún arma ni es miembro de los SWAT (Special Weapons and Tactis).
ComputerWorld