El caso de la adolescente que asegura ser una despiadada asesina serial adoradora de Satanás conmueve a los Estados Unidos. La joven, que dice haber dejado de contar a sus víctimas luego de llegar a los 22 asesinatos, está presa y podría ser condenada a pena de muerte.
Miranda Barbour fue arrestada en Sunbury, Pensilvania, por el asesinato de Troy LaFerrara, al que habría torturado hasta el final de su vida. Entonces le contó a la policía todos los crímenes que había cometido.
Su carrera homicida comenzó a los 13 años y no se detuvo hasta el momento de su captura, aseguró en diálogo con Daily Item. «Podría marcar en un mapa dónde se produjeron los homicidios», aseguró.
«Estamos tomando muy en serio sus dichos», dijo Steve Mazzeo, jefe policial de Sunbury. El funcionario contó que el FBI comenzará a asistirlos en el caso, ya que la joven confesó haber matado en Pensylvania y en al menos otros cuatro estados, Alaska, Texas, Carolina del Norte y California.
Miranda y su esposo, devenido cómplice de sus asesinatos
Todo habría comenzado en Alaska, luego de que se introdujera en una secta satánica. Las autoridades del estado más boreal del país contaron que hay allí seis personas desaparecidas, presuntamente asesinadas en casos nunca esclarecidos.
Se casó, y encontró en su marido a un cómplice ideal
Dos semanas atrás hallaron el cadáver de una mujer que estaba desaparecida desde 2010, y ya se están investigando los posibles nexos con el raid asesino de Barbour.
Los homicidios que cometió en Alaska eran parte de las prácticas incitadas por el culto, que abandonó en 2011 tras quedar embarazada y mudarse a Carolina del Norte. Allí conoció a Elytte Barbour, de 22 años, con quien se casó en octubre de 2013. Pero al tiempo retomó los asesinatos con la complicidad de su pareja.
Para matar a LaFerrara, presuntamente su última víctima, Barbour publicó un aviso clasificado prometiendo «compañía». Cuando consiguió subirlo a su auto, su esposo lo sujetó con una cuerda desde el asiento trasero, mientras ella lo acuchillaba.
A pesar del sadismo de sus crímenes, y de haberlos confesado abiertamente, la joven consideró que no debía ser ejecutada, ya que se trata de un castigo «cruel e inhumano». Al igual que Dexter, la tira televisiva protagonizada por un asesino serial, asegura que sólo mata gente mala.
Fuente: Infobae