Cinco campeonas olímpicas estadounidenses en los últimos cinco Juegos y todas diferentes: Sunisa Lee se unió este jueves en Tokio a la larga lista de gimnastas de su país con un oro olímpico, con solo 18 años y bajo la mirada de su predecesora, Simone Biles, sentada en la grada del estadio Ariake.
Lee se coronó con solo 135 milésimas de ventaja sobre la brasileña Rebeca Andrade, primera mujer medallista olímpica de la historia de su país y de toda Iberoamérica.
La estadounidense ganó con 57,433 puntos, por 57,298 de Andrade y 57,199 de la rusa Angelina Melnikova, que fue oro por equipos el pasado martes.
Andrade marchó por delante hasta el ecuador de la competición y llegó a su último ejercicio con las opciones de oro intactas, pero dos salidas del tapiz en su rutina de suelo dieron el título a Lee.
La estadounidense sucede como campeona a su compañera Simone Biles, que se retiró de este concurso por problemas de ansiedad. Antes de ella, Gabby Douglas en 2012, Nastia Liukin en 2008 y Carly Patterson en 2004 ganaron asimismo el oro para Estados Unidos, en esta última racha triunfal.
Tras la retirada de Biles de esta final, Andrade quedó como la finalista con mejor nota en la ronda de clasificación, aspirante por tanto a todo. Llevaba meses apuntando excelentes maneras, tras recuperarse de una rotura de ligamentos, y llegó a Tokio en estado de gracia.
Compartiendo paso por los aparatos con rusas y estadounidenses, la brasileña tuvo siempre una referencia clara de cuáles eran sus opciones de tocar podio. Por eso, su primer lugar al término de la rotación inicial, el salto, fue un aviso de que la tarde le deparaba algo grande.
Hizo un Cheng bien ejecutado (nota de 15,300) y siguió con unas asimétricas de sueltas amplias y limpias, con una salida bien recogida y mejor clavada (14,666). Pese al empuje de las dos mejores del mundo en esta disciplina, la campeona mundial Nina Derwael (15,266) y la propia Lee (15,300), Andrade superó la mitad del concurso en cabeza, aunque con una renta mínima de 66 milésimas sobre Lee.
La barra de equilibrios, que afrontó con una sonrisa y con una seguridad impropia de lo que se estaba jugando, la bajó a la tercera plaza. La salida en carpa se le quedó algo baja y la obligó a dar un paso atrás. Fue superada por Lee, que presentó más dificultad que Andrade, y por la rusa Vladislava Urazova, espléndida sobre los 10 cm de la viga.
En el cierre, en suelo, Urazova flaqueó (13,400) y perdió la plaza de podio en favor de su compañera Melnikova (13,960). Lee se creció y se aseguró al menos la plata con un 13,700. Andrade necesitaba un 13,802 para ser oro y se quedó en un 13,666 que la colocó en un segundo lugar sin precedentes en la historia de su país.
Hasta hoy, solo 19 países habían pisado el podio olímpico de la gimnasia artística femenina. Algunos ya ni existen, como la Unión Soviética, que lidera la lista. Brasil es, gracias a Andrade, el primer país iberoamericano que accede a este club exclusivo.
El país suramericano había logrado hasta ahora cuatro medallas olímpicas, una de oro, dos de plata y una de bronce, en este deporte, todas en pruebas masculinas.
La primera fue el oro en anillas de Arthur Zanetti en los Juegos de Londres 2012. Este no fue solo el estreno de Brasil en el medallero de la gimnasia: en 112 años de historia olímpica ningún gimnasta iberoamericano había subido al podio.
El gran especialista en las anillas obtuvo la plata en ese mismo aparato en Río 2016, los Juegos en los que Diego Hypolito y Arthur Mariano fueron plata y bronce en suelo.
Fuente: Meridiano
Por: Maria Laura Espinoza
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