México muestra la cifra de 102 periodistas muertos desde el año 2000, lo cual lo convierte en uno de países más peligrosos para ejercer esta profesión, advierten especialistas en el tema.
Carlos Lauría, coordinador senior del Programa de las Américas del Comité para la Protección de los Periodistas, además de considerar alarmante el dato, calificó de grave el nivel de impunidad con el que se cometen estos delitos.
Medios locales de prensa precisaron que en el actual sexenio -iniciado el 1 de diciembre de 2012- suman 10 los crímenes contra profesionales de la prensa, una tendencia a la baja al comparar con la administración de Felipe Calderón (2006-2012), cuando el número fue de 71.
A ese dato general de muertes, se suma la desaparición de 22 reporteros desde 2005, de los cuales aún no hay pistas sobre su paradero.
Las amenazas, abuso de autoridad, homicidio, privación ilegal de libertad y secuestro, lesiones, robo, daño en propiedad ajena e intimidación forman parte de un catálogo de 27 crímenes denunciados ante la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión.
Según el diario El Universal, los homicidios y las desapariciones se han registrado en 23 de las 32 entidades del país, aunque la mayor incidencia se ha concentrado en Chihuahua, Veracruz, Tamaulipas, Guerrero y Sinaloa con 62 asesinatos, el 60,7 por ciento del total.
Lauría, reconocido experto en la investigación de este fenómeno, alertó que en México hay una crisis de libertad de expresión con la cual se pone en riesgo a la democracia.
Señaló que en muchas regiones, además de las desapariciones y fallecimientos, periodistas y medios enfrentan un clima de amenaza e intimidación, en un contexto de violencia que hace imposible informar sobre aspectos sensibles que atañen a la sociedad.
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