Ya el dólar oficial subió otro escalón. En días pasados costaba más de 2 millones de bolívares, y todo el mundo sabe que cuando sube, no vuelve a bajar. Ese ha sido el comportamiento del mercado de la divisa en los tres primeros meses de 2021.
De acuerdo con los expertos, el dólar ha aumentado 105% entre enero y marzo. Ya no queda casi nada de la moneda oficial venezolana, parece que es un sueño muy remoto, porque cada día se devalúa más. Y si a eso le agregamos que los bancos han pasado muchos días sin abrir debido a la pandemia y a Semana Santa, entonces ni siquiera los ciudadanos tienen en sus manos los billetes de bolívares.
Lo que circula es el dólar en papeles de alta denominación. Esto ha servido para empujar la inflación, pues el redondeo de los precios siempre es hacia arriba y el pobre ciudadano termina comprando lo que no necesita porque no tienen para darle vuelto.
El sueldo mínimo de un trabajador todavía es de 1.200.000 bolívares, lo que equivale a 0,86 centavos de dólar. Visto así, eso se traduce sencillamente en hambre. Lo sufren los más de 2 millones de empleados públicos, pero también muchos trabajadores de la empresa privada.
No hay en el horizonte evidencias que indiquen que va a cambiar de alguna manera el manejo económico del país, por lo que es fácil predecir que los bolsillos de los venezolanos estarán más que vacíos, con huecos irreparables. También quiere decir que los índices de empleo seguirán bajando y la caída del producto interno bruto será inmensa. Algunos pronostican que ronde 5%.
La pandemia afecta a todos, sobre todo porque la cúpula rojita no tiene intenciones de sacar un poco de dinero de sus bolsillos para subsidiar de alguna manera a los empresarios, que al fin y al cabo son los generadores de puestos que le permiten al venezolano llevar comida a sus casas.
Los que se asombran por el río de gente que corre despavorida a la estación del tren de los Valles del Tuy quizás podrían entender más el fenómeno si piensan que muchos venezolanos no pueden darse el lujo de quedarse en casa, porque si no salen no consiguen algo que comer. Es lo que sucede en un país con inseguridad alimentaria y crisis humanitaria que, además, está sometido a un manejo irresponsable de la pandemia.
Los analistas consideran que el dólar puede cerrar 2021 a más de 10 millones de bolívares. Para ese entonces la tragedia será de proporciones bíblicas.
Editorial de El Nacional