Tras la tragedia, la Liga indonesia de fútbol fue suspendida.
Asimismo, el uso de gases lacrimógenos por la Policía fue criticado por algunas entidades internacionales, como Amnistía Internacional, que urgió a las autoridades indonesias a llevar a cabo una investigación «rápida, exhaustiva e independiente» y recordó que las normas de seguridad de los estadios de la FIFA prohíben el transporte o el uso de los llamados «gas de control de multitudes».
En imágenes y vídeos que circulan en las redes sociales, es posible ver a miles de personas corriendo hacia la cancha en el estadio de Malang, así como individuos desfallecidos, heridos y bolsas para cadáveres.
EFE