El abogado chileno Claudio Grossman renunció a su cargo no remunerado como asesor ante la Corte Penal Internacional (CPI) ante la falta de acciones contundentes para investigar a Nicolás Maduro.
Así lo informó en exclusiva un reporte de AP News publicado este viernes.
Claudio Grossman, nacido en Chile y exdecano de la facultad de Derecho de la American University en Washington y expresidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, fue nombrado asesor especial del fiscal de la CPI, Karim Khan, en noviembre de 2021. En ese puesto no remunerado, asesoró a Khan sobre la deteriorada situación de los derechos humanos en Venezuela.
En un contundente correo electrónico enviado el mes pasado a Khan, Grossman dijo que sus estándares éticos ya no le permiten permanecer en silencio mientras el gobierno de Maduro continúa cometiendo abusos, expulsando a diplomáticos extranjeros y obstruyendo el trabajo de los observadores de derechos humanos de Naciones Unidas, sin que haya ninguna acción por parte de la CPI.
«Ya no puedo justificar la elección de no tomar las medidas serias correspondientes contra los autores de las graves violaciones”, escribió Grossman en el mail en el que rechaza una oferta de la oficina de Khan en septiembre para renovar su contrato.
Una copia del correo electrónico, que no es público, fue proporcionada a la agencia por una persona familiarizada con la investigación de la CPI sobre Venezuela. Una llamada telefónica de Khan pidiendo a Grossman que reconsiderara su postura también fracasó, añadió la fuente, que habló bajo condición de anonimato para discutir la investigación políticamente sensible.
Tras las consultas de la AP a la oficina de Khan, el nombre de Grossman fue eliminado de la web del tribunal en la que aparecía como asesor especial.
«El Fiscal está extremadamente agradecido al profesor Grossman por la experiencia y el trabajo que ha prestado”, expresó la oficina del fiscal en un comunicado que no abordó los motivos dados por Grossman para cortar lazos con la institución con sede en La Haya, Holanda. Grossman rechazó hacer comentarios.