Ponerse una camiseta puede parecer una acción simple. Pero se puede volver algo más interesante si esta tiene un mensaje implícito y quienes la visten son Mickey Rourke y Steven Seagal. Y sobre todo puede resultar un acto más complejo si implica una declaración pública de apoyo al presidente ruso, Vladímir Putin, tras las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea por el conflicto en Ucrania. Durante el pasado fin de semana, los dos actores dejaron clara su posición sobre la política rusa.
Rourke, que está en plena campaña de presentación de Mercenarios 3, estuvo el pasado domingo en Moscú. En el centro comercial GUM de la plaza Roja, una marca de ropa presentaba una nueva línea de camisetas con la imagen del presidente ruso. Y el actor no dudó en comprar y ponerse una de ellas, en la que se veía a Putin con uniforme de la Armada rusa. Para revuelo de asistentes y periodistas, el actor declaró: «Me encanta este tipo. Y la camiseta pienso ponérmela en todas partes, nadie puede decirme qué ropa puedo o no llevar».
Era la primera vez que Rourke se posicionaba sobre la política rusa. Al contrario que Steven Seagal, que ya lo ha hecho en otras ocasiones —es incluso imagen de la industria armamentística del país— y este fin de semana lo ha vuelto a demostrar. El actor de artes marciales volvió a mostrar su apoyo a Putin durante un concierto en la península de Crimea (anexionada a Moscú desde el pasado marzo). Tocó en Sebastopol con su banda de blues, Steven Seagal and the Thunderbox, mientras algunas manos ondeaban banderas de separatistas prorrusos entre el público, y aplaudieron después cuando el actor se colocó sobre el pecho una camiseta con el rostro de Putin. «Soy ruso, mis abuelos era de Vladivostock y de San Petersburgo», declaró durante el fin de semana en la televisión nacional.
El pasado marzo, cuando se firmó el tratado de adhesión de los nuevos territorios a Rusia, el actor contó a un periódico local: “Putin es uno de los grandes líderes planetarios del momento. Lo considero un amigo. La anexión de Crimea es perfectamente razonable”. Cuatro meses después, esas declaraciones hicieron que se le borrara como cabeza de cartel del festival de blues Augustiblus, en Estonia.
Dos actores que se suman a la lista de amigos de Putin, de la que también es miembro honorario Gerard Depardieu. Tras renunciar a su pasaporte francés, en enero de 2013 recibió de las mismas manos de Putin su nuevo pasaporte que le acreditaba como ciudadano ruso, un país con una «gran democracia», dijo entonces el actor.
Pero Rusia no es el único objetivo político del sexagenario. En Estados Unidos está pensando en seguir los pasos de Arnold Schwarzenegger, el Terminator que pasó a ser gobernador de California entre 2003 y 2011. Confesó el pasado enero en una entrevista que estaba pensando en postularse para gobernador de Arizona. Además, el protagonista de Alerta Máxima forma parte de varios grupos de voluntarios que luchan contra la inmigración ilegal en Nuevo México, Texas y Luisiana.
El País
